jueves, 6 de julio de 2017

Sé un bambú hueco


Un bambú…

Completamente hueco por dentro.

Cuando descansas, sólo sientes que eres como un bambú:

completamente hueco y vacío por dentro.

Y, de hecho, éste es el caso:

tu cuerpo es simplemente como un bambú, y por dentro está vacío.

Tu piel, tus huesos, tu sangre, son todos, parte del bambú, y dentro hay

espacio, vacuidad.

Cuando estás sentado con la boca completamente silenciosa, inactiva;

con la lengua tocando el paladar superior y en silencio, sin temblar con

los pensamientos, la mente observando pasivamente, sin esperar algo

en particular, siéntete como un bambú hueco.

De repente, una infinidad de energía comienza a verterse dentro de ti.

Estás lleno de lo desconocido, de lo misterioso, de lo divino.

Un bambú hueco se convierte en una flauta y lo divino comienza a tocarla.

Una vez que estás vacío, entonces no hay barrera para que lo divino entre en ti.







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