martes, 30 de junio de 2015

El Duque Hwan Y El Carretero

El duque Hwan de Khi, el primero de su dinastía,
estaba sentado  bajo su toldilla leyendo filosofía,
y Phien el carretero estaba  en el patio haciendo una rueda.
Phien dejó a un lado el martillo y el cincel,
ascendió los escalones, y dijo al duque Hwan:
“¿Puedo preguntarle, señor,
qué es eso que usted está leyendo?”
El duque dijo:
“A los expertos. Las autoridades.”
Y Phien preguntó:
“¿Vivos o muertos?”
“Muertos hace mucho tiempo.”
“Entonces”,
dijo el carretero,
“no está usted leyendo más que la basura que dejaron atrás”.
Entonces el duque replicó:
“¿qué sabes tú de esto? no eres más que un carretero.
Más te vale darme una buena explicación o morirás.”
El carretero dijo:
“Veamos el asunto desde mi punto de vista.
Cuando yo hago ruedas, si me lo tomo con calma, se deshacen;
si soy demasiado violento, no encajan;
si no soy ni demasiado calmoso ni demasiado violento,
salen bien.
El trabajo resulta como yo deseo.
Esto no puede ser traducido a palabras:
simplemente hay que saber cómo es.
Ni siquiera puedo explicar a mi hijo cómo hacerlo,
y mi propio hijo no puede aprenderlo de mí.
¡Así que aquí estoy, con mis setenta años, haciendo ruedas todavía!
Los hombres de antaño se llevaron todo lo que realmente sabían
con ellos a la tumba.
Y así, mi señor, lo que está usted leyendo ahí no es más
que la basura que dejaron tras de ellos.”




lunes, 29 de junio de 2015

Un paso a la Vez



Nunca te apures, esa es la manera apropiada de aprender.
Con frecuencia, vemos gente que luego de inscribirse en una Escuela, lo primero que hacen es tratar de alcanzar a los demás.
Y eso no es posible, si lo intentas lo más probable es que fracases.
En un lugar de entrenamiento, hay muchos niveles de habilidad, algunos más altos, otros más bajos, algunas personas están simplemente comenzando a transitar el camino, pero todo eso no debería ser de tu incumbencia.
Deberías enfocarte en tí mismo y aprender a tu propia velocidad y nivel de comprensión, no es posible apresurar este proceso.
Todo lo que se necesita, es hacer tu mejor intento y nunca abandonarlo.

Los buenos maestros conocen a sus estudiantes, pueden comentarte sobre el nivel de cada uno de sus alumnos.
Y cada uno de ellos es instruido a diferentes niveles de velocidad y complejidad.
Todo lo que deben hacer los alumnos es practicar lo que se les enseña, sin compararse con nadie.
El camino no es una carrera hacia el final, sino un viaje hacia la conciencia de la conexión entre la mente y el cuerpo.
Algunos estamos lejos de conseguir esa conexión, otros más cerca.
Pero todos la conseguiremos en su debido momento, y no en el momento que determine alguien más.
No es fácil encontrar la maestría, toma su tiempo, pero centímetro a centímetro todos podemos llegar.
Algunas personas piensan que los Maestros esperan que tomes un movimiento, concepto o teoría, y lo comprendas apenas se te enseña.
Bueno, eso no es así, lo que un maestro espera es que lo practiques hasta que se convierta en algo natural, o dicho concepto te resulte claro.
Esto (sin duda) ocurrirá y cuando esto comienza, otros movimientos irán cayendo en su sitio ante tus ojos y la habilidad seguirá creciendo...simplemente relájate, tranquilízate, y disfruta ese momento, viendo cómo las cosas van llegando naturalmente a través de la práctica y el esfuerzo continuado.
No hay una agenda a cumplir, nadie te está poniendo a prueba...tan solo aprende a tu velocidad y las cosas se te presentarán mucho más fáciles.
¿Cuántas veces tuve que decir, "cálmate, mira hacia adentro solamente"? movimiento a movimiento, vas aprendiendo.
Paso a paso, no hay final para el aprendizaje, así que deja de mirar dónde está la meta.
No hay nada ahí.
Seguirás aprendiendo hasta tu último aliento en esta Tierra, el conocimiento es interminable, por lo tanto, aprende lo que puedas a tu ritmo, hasta que no puedas aprender más.

Siempre he dicho que cualquiera puede aprender...es siempre la calidad, lo que está antes de la cantidad en este y todos las artes.
Para qué apurarte, corriendo el riesgo de perder la calidad de tus movimientos.
Cada elemento básico es un eslabón al lado de otro eslabón en una gran cadena, y la calidad de la cadena está en la calidad de cada uno de sus eslabones.
Si un sólo eslabón está mal, la cadena se parte y desde el punto de vista funcional, es toda la cadena la que no sirve.
¿Quién compraría una cadena que se rompe al primer contacto?

Tanto los niños como los adultos, tienen que tomarse su tiempo, ser pacientes consigo mismos.
Tu maestro sabe lo que debes aprender y te va a ayudar, porque para eso está.
Un maestro se dirige hacia tus puntos débiles y te ayuda a transitarlos.
No te apures, diviértete. Todos llegamos a algún lugar a través del esfuerzo.
Yo aprendo cada día de mi vida y vos también.
De eso está hecha la vida, es una experiencia de aprendizaje.
Convertí este aprendizaje en tu propia experiencia, no te preocupes por el progreso, este llega solo, a través del esfuerzo.
Simplemente, creé en vos, inténtalo con fuerza, escucha a tu Maestro.
Los Maestros ya caminaron ese camino antes que vos, por lo que pueden mostrarte el camino que deberás seguir.
Para eso están los maestros, para ayudarte a transitar este camino.

Maestro Frank DeMaría

Estudio: El té verde y el Tai Chi ayudan a fortalecer los huesos


Tomar té verde y practicar Tai Chi, un arte marcial oriental característico por sus movimientos suaves y lentos, pueden ayudar a fortalecer los huesos. Esto lo dice un estudio presentado durante el Congreso de Biología Experimental 2011. La doctora Chwan-Li Shen, investigadora del Instituto Laura W. Bush para la salud de las mujeres de la Universidad de Texas,s e ha dedicado en los últimos 20 años a estudiar cómo las tradiciones orientales pueden mejorar la salud de los occidentales.

Empezando por una de las tradiciones milenarias de asía: la de tomar té y que ya es algo común en todo el mundo y cuyos beneficios se han demostrado en diversos estudios gracias a la capacidad antioxidante de los polifenoles que contiene.
Los polifenoles son un grupo de sustancias químicas que se encuentran en las plantas y cáscara de las frutas, que al sintetizarlas ayudan al cuerpo a incrementar la capacidad antioxidante. Más de una docena de estudios científicos han evidenciado que aquellos que consumen mayores niveles de polifenoles, en concreto del té verde, tiende a tener menor riesgo de sufrir enfermedades crónicas degenerativas, así como cardiovasculares y osteoporosis.
El estudio más reciente de Shen se enfatiza en la sinergia de los beneficios del té verde y el Tai Chi para fortalecer los huesos, para lo que analizó a una muestra de 171 mujeres posmenopáusicas con problemas de debilidad de huesos sin llegar a padecer osteoporosis.
El equipo médico las dividió en cuatro grupos: las primeras recibieron una píldora de fécula, a modo de placebo, y no practicaron Tai Chi, las segundas tomaron 500 gramos de te verde al día sin ejercitar Tai Chi. El tercer grupo tomó el placebo y realizaron Tai Chi tres veces a la semana, mientras el cuarto tomaron te verde y practicaron Tai Chi.
Durante los seis meses que duró el experimento los médicos, se tomaron análisis de sangre y orina de las participantes y calcularon su fortaleza muscular.
El resultado, presentado durante el congreso que se celebra en la capital estadounidense, indica que el consumo de té verde moderado aumentó la fortaleza ósea de las mujeres que tomaron la infusión en tres meses y en seis en el caso de las que practicaron Tai Chi.

Pero los médicos resaltaron que las mujeres que tomaron te y practicaron este arte marcial redujeron los marcadores biológicos relacionados con el estrés oxidativo, relacionado con enfermedades degenerativas y el envejecimiento.
Los expertos también detectaron beneficios emocionales y relacionados con la salud mental en las mujeres que realizaron Tai Chi respecto a las que no. Ambas prácticas se presentan como una ayuda para reducir no solo los efectos de la osteoporosis, sino de otras enfermedades inflamatorias que puede afectar a este grupo de población, así como al bienestar anímico.


domingo, 28 de junio de 2015

Un poco de historia.

























El Chi Kung ha sido conocido por muchos nombres a lo largo de la historia china:
Tu Gu Na Xin (expulsar la energía usada y absorber la nueva),
Xingqi (movilizar el Qi),
Yangsheng (nutrición de la fuerza vital),
Neigong (realización interior)
o más comúnmente Daoyin (conducir y guiar la energía).
El término Qi Gong es, en realidad, bastante reciente, mencionándose por primera vez en un texto que data de la dinastía Ming (1368-1644), aunque no se utilizó en su sentido especializado actual («el arte del cultivo del Qi») hasta el s. XX.
Probablemente, los ejercicios más antiguos de Chi Kung encontrados en China son las danzas imitando a animales de los antiguos chamanes chinos y que se remontan a mucho antes de la dinastía Zhou (1028-221 a.C).
También actualmente el practicante de Chikung cultiva habilidades animales (equilibrio, flexibilidad, gracia, fuerza...) y, a través de la práctica del ChI Kung, desea incorporar la salud, la fortaleza y la vitalidad de los animales.