'LA ENERGÍA ESPIRITUAL ES EL AMO, EL CUERPO ES EL LACAYO'
Si
puede ponerse en movimiento la fuerza vital, los movimientos son espontáneos,
livianos y ágiles.
El
encadenamiento de los movimientos sigue los principios de alternancia de
'lleno' y 'vacío', de apertura y cierre.
Cuando
se habla de apertura, no se trata únicamente de la apertura de los pies y las
manos sino también de la apertura del pensamiento y el espíritu.
Tampoco
el cierre es sólo un cierre de los pies y de las manos, sino también del
pensamiento y el espíritu.
Si
el interior y el exterior están unidos en un solo hálito, todo es perfecto.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario