Razones
En el tiempo que llevo practicando Tai chi chuan,
he visto mucha gente acercarse al arte. Gran cantidad lo hace por indicación
médica, buscando en general un método alternativo para bajar el nivel de estrés
y sus efectos colaterales. Otro grupo, que por referencia de conocidos buscan
un camino de relajación para aliviar tensiones, eliminar contracturas, etc., en
todo caso, algo relacionado con opciones no violentas de vida. Otras aun,
llegan buscando un ejercicio suave, tranquilo relacionado con las filosofías de
oriente, para encontrar su centro, un camino de autoconocimiento, el balance de
las energías internas y la armonía. Solo unos pocos saben aproximadamente qué
es o para qué sirve, lo han visto practicar en plazas o parques. Pero, la casi
totalidad desconoce las características de este Arte.
Me parece interesante indagar acerca de las
razones que llevan a alguien a comenzar con la practica de Tai chi chuan, y
seguro aparecerán motivos relacionados con la estética de sus movimientos, la
salud, con el balance y el equilibrio, y en algún caso con un trabajo
energético, sin saber a ciencia cierta qué es. Pero en muy raras ocasiones
aparecerá el motivo marcial. No debemos olvidar que su origen fue el de un arte
de combate y que luego, con el correr del tiempo, se le fue reconociendo su
potencial terapéutico.
Deseo llamar la atención sobre la importancia de
la aplicación marcial de las posiciones que componen las formas de Tai chi
chuan. Las correctas posturas permiten el libre fluir del Chi, por su modo
particular de canalizar la energía. Transformándose en un excelente método de
desbloqueo de los meridianos usados en acupuntura, para lograr longevidad y
mejorar la calidad de vida.
Esta
manera en que el Tai chi chuan permite dirigir la energía, aun cuando no se la
domine, ha demostrado ser eficaz tanto para el combate como para la salud.
Si bien la practica de la forma por si sola
brinda beneficios, la enseñanza tradicional que se revela de una eficacia
terapéutica singular, es marcial. Si se renuncia a estas
visualizaciones, se estará perdiendo una de las características distintivas que
diferencian al Tai chi chuan del yoga, la danza, la gimnasia, la meditación y
cualquier otro sistema de movimiento: la intención.
Comprender
qué quiere decir ‘ estar enraizado’, ‘ hundir la energía’, ‘elevar el
espíritu’, ‘estar centrado en tan tien’, ‘dejar fluir el Chi’, ‘el puño de
hierro en guante de terciopelo’, etc. lleva en forma natural a desarrollar la
sensibilidad y poder actuar relajado, y en un tiempo lograr a través de la
intención que el Chi fluya libremente. Esta práctica requiere concentración,
relajación y la intención que promueve el espíritu presente.
Quizás
entender el chuan de Tai chi chuan,
lleve a una práctica mas saludable y a
obtener todos los beneficios asociados.
Prof. Oscar Delfino
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