jueves, 19 de septiembre de 2019

Tai Chi



Todo fluye y refluye;
Todo tiene sus periodos de avance y retroceso;
Todo asciende y desciende;
Todo se mueve como un péndulo.
La medida de su movimiento hacia la derecha,
es la misma que la de su movimiento hacia la izquierda;
el ritmo es la compensación.

Lo existente y lo no-existente producen el uno al otro;
lo difícil y lo fácil, complementan el uno al otro;
lo largo y lo corto, contrastan el uno al otro;
lo alto y lo bajo, distinguen el uno al otro;
la voz y el sonido armonizan el uno al otro;
lo delantero y lo trasero, siguen el uno al otro.

Todo es doble; todo tiene dos polos;
todo, su par de opuestos: los semejantes
y los antagónicos son lo mismo;
los opuestos son idénticos en naturaleza,
pero diferentes en grado; los extremos
se tocan; todas las verdades son semi-verdades;
todas las paradojas pueden reconciliarse.

La generación existe por doquier;
todo tiene sus principios masculino y femenino;
la generación se manifiesta en todos los planos.


Kybalion

martes, 10 de septiembre de 2019

El Maestro Yang Chengfu


El Maestro Yang Chengfu desarrolló el Tajiquan de la familia y realizó una profunda transformación.
Cuenta la historia que en el año 1932 el Maestro Yang Chengfu y su discípulo Fu Zhongwen (1903-1994) viajaron por China enseñando Taijiquan, y en uno de estos viajes fueron a la ciudad de Guangzhou, en la provincia de Guangdong, un día un Maes­tro de artes marciales llamado Liu, y sus discípulos, fueron a la residencia del Maestro Yang. El Maestro Yang cuando los re­cibió en el lugar donde se en­contraba hospedado, observó cómo era la indumentaria del Maestro Liu y dedujo que era un luchador de prestigio.
Cuando se encontraron, el Maestro Liu saludó al Maestro Yang Chengfu y le dijo: `Es bien sabido que sus habilidades en el Taijiquan son superiores a las de su familia, y por este motivo he venido hasta aquí para poderlas ver.´ El Maestro Yang se dio cuenta que el Maestro Liu lo estaba retando a un duelo y que el conflicto era inevitable. De repente el Maestro Yang tubo una idea para evitar la pelea, y le pidió a su discípu­lo Fu Zhongwen, que fuera a buscar un trozo de hilo algo­dón. El joven Fu quedo sor­prendido puesto que el hilo de algodón era una herramienta de formación solo entre los discípulos internos del estilo Yang, y nunca antes se había demostrado fuera de las en­señanzas internas.
El Maestro Yang realizó unos sencillos calentamien­tos y tomó el hilo de algodón entre sus dedos pulgar e ín­dice y preguntó: ¿Quién tiene la fuerza para partir este trozo de algodón por la mitad?
Al escuchar esto el Maes­tro Liu se sintió menospreciado y envió a uno de sus discípulos a superar el reto del Maestro Yang Chengfu. El discípulo tomó el otro extremo del hilo del algo­dón y preguntó ¿Cuándo empezamos? El Maestro Yang respondió diciendo: ``Es completamente tuyo´´. Después el discípulo tiró ferozmente del hilo, pero el Maestro Yang seguía adherido a los movimientos del discípulo, de repente el discípulo in­virtió los movimientos de forma brusca y el Maestro Yang los siguió sin ninguna duda. Esto duro varias rondas, sin que el discípulo fuera capaz de romperlo en dos. El hilo de algodón seguía intacto a pesar de toda la fuerza que se había aplicado. El Maestro Liu vio lo que estaba ocurriendo y le dio a su discípulo que se retirara, con lo que el Maestro Liu empezó a calentar, dio saltos en el aire y varias patadas es­pectaculares, después de esto saltó hacia el Maestro Yang y tomó el otro extremo del hilo.
Liu realizó movimientos bruscos hacia atrás, hacia delante, y a los lados, con mucha rapidez y de forma explosiva, sin embargo, el Maestro Yang los seguía fácilmente, toda la ronda eran giros y movimientos muy rápidos y bruscos por parte del Maestro Liu siendo seguidos totalmente por el Maestro Yang, en todo este proceso, tanto el Maes­tro Liu como el Maestro Yang no tuvieron contacto físico. Según cuentan los que lo pudieron ver, la forma en que se movían era parecida a la luz cuando incide en un objeto, moviéndose el objeto y la sombra por igual. Todos los asistentes quedaron maravillados por la impresionante técnica del Maestro Yang. Durante toda la larga ronda el hilo no se do­bló ni se rompió. El Maestro Liu estaba com­pletamente sin aliento y cubierto de sudor, el Maestro Yang por el contrario estaba muy tran­quilo y relajado, sin signos de agotamiento. Al acabar, el Maestro Liu se dio cuenta de la gran habilidad y maestría del Maestro Yang, y or­ganizó un gran banquete en honor del Maestro Yang, desde ese día los dos Maestros se con­virtieron en buenos amigos. De la misma for­ma que su abuelo y su padre habían hecho, él había aprendido y desarrollado una gran habi­lidad en la comprensión, escucha y seguimien­to de la energía. Era capaz de adherirse y ceder a cada movimiento del oponente sin gastar su energía, incluso esta historia hoy en día, de cómo un trozo de hilo de algodón re­sistió todas las rondas sin romperse, es contada por la comunidad de artes mar­ciales de la región de Guangzhou.

Fuente: nota de Xavier Picas de la Revista Dragón

sábado, 7 de septiembre de 2019

Mientras más humildes se hacen


Una vez le preguntaron a un guerrero invencible por qué, se paseaba por las calles con un aire tan humilde.
Mostró una mano extendida y contestó:
-Mis dedos son cinco señores.  Estos cinco señores se inclinan ante mí.
Fue cerrando la mano hasta convertirla en un puño.
‘Mientras más humildes se hacen, más fuerza me dan’.


La total vacuidad

Alcanza la total vacuidad para conservar la paz.
De la aparición bulliciosa de todas las cosas, contempla su retorno.
Todos los seres crecen agitadamente, pero luego, cada una vuelve a su raíz.
Volver a su raíz es hallar el reposo.
Reposar es volver a su destino.
Volver a su destino es conocer la eternidad.
Conocer la eternidad es ser iluminado.
Quien no conoce la eternidad camina ciegamente a su desgracia.
Quien conoce la eternidad da cabida a todos.
Quien da cabida a todos es grandioso.
Quien es grandioso es celestial.
Quien es celestial es como Tao.
Quien es como el Tao es perdurable.
Aunque su vida se extinga, no perece...