Confucio
dijo a Lao-Tzu:
“He
publicado el Libro de los Cantos, el Libro de la Historia, el de los Ritos, el
de la Música, el de los Cambios y la Crónica de Primavera y Otoño, en total:
seis escrituras-y creo que he asimilado completamente su contenido.
Armado
con este saber, he conversado con setenta y dos gobernantes, a los que he
explicado el Método de los Reyes Antiguos; sin embargo, ni uno sólo entre ellos
ha hecho el menor uso de mis enseñanzas.
¿Debo
concluir que mis oyentes han sido singularmente insensibles a la razón o que el
Método de los Antiguos Reyes es muy difícil de entender?”
“Fue
una verdadera fortuna”, repuso Lao-Tzu, “que no te hayas encontrado con un
príncipe deseoso de reformar al mundo.
Esas
seis escrituras son el borroso rostro de
los reyes muertos.
No
nos dicen nada acerca de la fuerza que guiaba sus pasos.
Todas
tus enseñanzas son como las huellas de los zapatos en el polvo: son hijas de
los zapatos pero no son los zapatos.
Octavio Paz
Trazos
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