El arte de fluir

Estás en el momento más imperfecto de tu vida.

¡Deja que suceda!

Estás llorando.
Deja que se moje tu rostro y tus ojos se vuelvan dos cristales, serán la ventana más limpia de tu alma.

Estás temiendo.
Deja que el temor te guíe, te muestre y te haga ver la luz.

Estás en el fondo.
Disfruta ese lugar vacío y sin ruido tal vez te permita escuchar la música de tu corazón.

Estás en soledad.
Deja que la soledad te acompañe, te abrace y se convierta en una linda amistad.

Estás en desamor.
Déjate sentir las consecuencias del amor, disfrútalo como la medicina que fortalece y revitaliza.

Estás en carencia.
Aprende a estar en la nada para cuando lo tengas todo no olvides nunca quien fuiste.

No vayas contra la marea, fluye con ella.
Déjate sentir, permítete vivirlo como una perfecta armonía.

¿Y si en lugar de poner resistencia te permites fluir?
Cuando fluyes con todo, creas una paz mental que hace que el bienestar se instale en tu corazón.

Estás con la marea sobre ti, con el cielo nublado, con el corazón en pedazos y aún no te has permitido descubrir que en esas extrañas sensaciones también está Dios mostrándote que existe lo bueno y lo malo, lo alto y lo bajo, lo negro y lo blanco para que en medida perfecta puedas disfrutarlo.

Kok - Uhga