Los sabios antiguos poseían una sabiduría sutil y un entendimiento profundo.
Tan profundo, que era difícil entenderlos.
Y porque era difícil entenderlos debe describírseles en la siguiente forma:
Cautelosos, cual si atravesaran un río helado.
Prudentes, como si temieran peligros de todos lados.
Indiferentes como un extraño.
Débiles, como hielo que comienza a fundirse.
Puros, como un trozo de madera a punto de ser esculpido.
Adaptables, como el agua.
Vacíos, como un valle.
Tan profundo, que era difícil entenderlos.
Y porque era difícil entenderlos debe describírseles en la siguiente forma:
Cautelosos, cual si atravesaran un río helado.
Prudentes, como si temieran peligros de todos lados.
Indiferentes como un extraño.
Débiles, como hielo que comienza a fundirse.
Puros, como un trozo de madera a punto de ser esculpido.
Adaptables, como el agua.
Vacíos, como un valle.
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