martes, 18 de agosto de 2015

Hundirse




 Este es el pedido más extraño y difícil de llevar a cabo que nos hace el instructor de tai chi chuan.
El problema es que la mayoría de las personas al principio literalmente tratamos de “hundir el chi” siendo que el chi es algo tan abstracto que ni siquiera lo sentimos.
Entonces es imposible hundirlo.
En realidad es imposible lograr que el chi haga nada desde nuestra mente consciente.
Es como intentar influir sobre el torrente sanguíneo sólo pensando en éste, siendo que, por suerte, la circulación es una acción motora automática que no puede ser modificada por los pensamientos.
Las funciones vitales del ser humano están diseñadas para funcionar sin el pensamiento y por ende sin interrupción.
Lo mismo sucede con el chi, por dos motivos: primero, es que la circulación energética es tan importante como la sanguínea y también es automática.
Y en segundo lugar es porque si pudiéramos controlar nuestro chi, podríamos también dañar a otras personas en un impulso de rabia o ataque de ira.
El truco para lograr que el chi haga lo que deseamos, en este caso, que se hunda, se encuentra oculto en la frase de un maestro:
“El chi es como una señorita tímida. Te mira desde atrás de un árbol cuando no estás prestando atención. Cuando la ves por el rabillo de ojo, desaparece. Tratas de verla al otro día pero no aparece. Sólo cuando no lo intentas más, aparece en el momento menos pensado.”
Y es este el secreto de la comprensión de tai chi chuan.
Simplemente hacerlo.
Sin juegos mentales, sin pensamientos.
“La conciencia bloqueará la energía” dice uno de los clásicos de tai chi chuan.
Sin embargo, una de las cosas más difíciles de hacer mientras se practica tai chi chuan es no pensar.
Mucha gente trata de bloquear los pensamientos de la mente.
Esto es incorrecto ya tratar de bloquear los pensamientos conscientes es un pensamiento más.
Si no podemos sacarlos de la cabeza entonces es mucho mejor dejarlos fluir que tratar de bloquearlos, siempre y cuando los mismos no generen tensión en el cuerpo.
En general tratemos que los pensamientos que aparezcan sean de situaciones placenteras que van y vienen.
Simplemente pensar en un campo de pastos verdes alrededor nuestro ayudará a hundir el chi.
Pero también existe otra manera en el tai chi chuan para lograr que el chi se hunda y es ese el motivo por cual se practica con las piernas flexionadas.
Las piernas se flexionan y el centro de gravedad de cuerpo baja para que nuestra mente consciente perciba la presión en los muslos.
Esto genera que la mente subconsciente comprenda la intención de hundirse. Otro gran clásico de tai chi chuan dice:
“Lo que el cuerpo físico hace, también lo hace la energía…”.
Entonces cuando hundimos nuestro cuerpo físicamente al destrabar las rodillas, la mente subconsciente también hundirá la energía dentro del tan tien dejando que el resto del cuerpo se mueva acorde a cada postura y por ende activando la energía de los meridianos correspondiente.
Hundirse a niveles subconscientes también permitirá llevar la energía hacia fuera cuando necesitemos defendernos.
Pero nuevamente, si pensamos en ello, no sucederá.
Es por esto que el tai chi chuan no sirve para competiciones o torneos de empuje de manos, ya que los participantes están constantemente pensando lo que sucederá luego y cómo vencer al adversario.
Estos pensamientos conscientes bloquean el chi y no es posible utilizarlo en los golpes.
La única forma de expandir el chi hacia fuera es sin pensarlo y la energía saldrá en el momento menos esperado, como cuando nos atacan repentinamente.
Otra área en la que el chi se manifiesta automáticamente es en la sanación, propia o hacia otra persona.
Si tratamos conscientemente de emitir energía hacia la persona afectada, no va a funcionar.
Sin embargo, sanar es igual a defenderse de un repentino ataque.
Se hace sin quererlo.
“Uno es un verdadero sanador cuando el paciente es sanado entre la puerta y nuestro escritorio.”
En otras palabras, la sanación real no sucede con las agujas, ni tampoco con las hierbas o los masajes; sucede antes de siquiera hablar con el paciente.
Las cuestiones físicas son importantes, pero la activación inicial del chi sucede simplemente por poner en contacto nuestro chi con el de una persona enferma. Esto sucede aun con los animales y las manadas.
Solo en el punto de que un animal lastimado no se pueda recuperar, será comido por otro.
Es realmente simple lograr hundirse y es realmente difícil al mismo tiempo.
Pero lo único que debemos hacer para lograrlo es el movimiento de tai chi chuan.
Todos los secretos del tai chi chuan están en el movimiento, nada más.
No se puede pensar, no se puede intelectualizar, es simplemente una cosa física que realizada correctamente (la exactitud de la técnica es importante) influirá sobre lo subconsciente y el practicante recibirá todos los beneficios que los sistemas internos tienen para ofrecer.
                                                                              
                                         Erle Montaigue

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