Miles de
milagros nos llegan cada día, aunque no los vemos.
La realidad es milagrosa, es mágica.
Obedece a principios que no son científicos.
Los milagros son comparables a las piedras:
‘Están por todas partes ofreciendo su belleza y casi nadie les concede valor.’
Vivimos en una realidad donde abundan los prodigios, pero ellos son vistos
solamente por quienes han desarrollado su percepción.
Autor desconocido
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