domingo, 17 de diciembre de 2023

Practicando Zhan Zhuang

Practicando Zhan Zhuang

Es una increíble herramienta, tanto a nivel desarrollo interior, como para recuperar y fortalecer la salud, cuando uno persevera en su desarrollo:

• Incrementa la densidad ósea y ayuda en la prevención contra la perdida de calcio.

• Tiene efectos beneficiosos sobre el sistema cardíaco, fortaleciendo las fibras del músculo cardíaco, subiendo claramente el ritmo cardíaco, bajando el colesterol, incrementando las lipoproteínas, es decir, como resultado tiene un ‘beneficio inmediato sobre todo el sistema cardiovascular’.

• Fortaleciendo ‘directamente’ el Chi interno, permite ajustar la excitación de las células del cerebro y el control de su retorno, y desarrolla así la habilidad y precisión de la repuesta cerebral; el Chi interno estimula la actividad de las endoenzimas, que son aquellas enzimas que actúan en el interior de la célula influyendo en los procesos de balance de anabolismo y catabolismo de las células humanas; también ‘incrementa el metabolismo y mejora todos los procesos de drenaje y eliminación’.

• Estimula las funciones de las glándulas endocrinas, manteniendo una adecuada secreción de hormonas, incrementando paralelamente las funciones inmunitarias; mejora la regeneración de los linfocitos ‘tonificando el sistema inmune’.

• Incrementa la habilidad para llegar a vivenciar ‘tranquilidad y serenidad mental’; la sangre y el oxígeno armonizando, intercambiando y circulando libremente, constituyen una garantía directa de la buena salud en todo sentido.

El ejercicio de ZHAN ZHUANG o ‘estar de pie como un poste’ apunta a desarrollar fuerza a partir de la no-fuerza, movimiento a partir del no-movimiento, y movimiento rápido a partir del movimiento lento.

Cuanto más relajado está el cuerpo, más velozmente circulará el chi que impulsa la sangre y más grande será la fuerza generada. Este tipo de fuerza es del tipo ‘sin forma’, y es particular ‘del espíritu’.

Si se usa la fuerza ‘con forma’, se pierde la naturaleza esencial del movimiento; cuando el cuerpo está lo más relajado posible, el espíritu está totalmente recogido; por eso, aunque la forma pueda parecer limitada e indolente, la mente es ágil en su máxima expresión.

Sobre la Concentración y la serenidad: Ya que este ejercicio es a la vez mental y físico, eliminar las distracciones es un elemento importante. Son muchos los que se esfuerzan en alcanzar un ‘estado de quietud’ con el resultado de lograrlo gradualmente.

Los antiguos sabios desarrollaron numerosos métodos para ayudar a conseguir enfoque, concentración y persistencia; sólo con estar completamente relajado y natural, sin aplicar esfuerzo alguno en controlar, sino dejando todo en su estado natural, pero sin descuidarse, se podrá estabilizar y liberar la mente; visualizar puede ayudar: imaginar que se es como un gran horno, que recoge y disuelve cualquier pensamiento, como copos de nieve u hojas que caen en el fuego.

Generalmente se busca mantener la postura durante la práctica, ya que en cuanto mente y cuerpo estén relajados y calmos, el chi que impulsa la sangre acelerará su circulación. Una vez que el movimiento interno de la circulación del chi haya hecho efecto, entonces los cambios externos pueden realizarse sin influenciarlo, y el siguiente nivel de práctica será que uno puede moverse a voluntad sin constricciones o fijando la postura.

 Fuente: Cielo del Tao.
 

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