domingo, 13 de septiembre de 2020

El Tao del poeta

Para obtener el máximo de los beneficios en el estudio del kung fu, tiene que alcanzar las estrellas.
Solamente un poeta puede hacer eso.
Ser poeta no significa simplemente escribir poemas.
Es mucho más grande que eso.
Es contemplar y apreciar la belleza y la gracia de las cosas -así como el horror y la tristeza-.
Es unir todo eso junto de una manera significativa.
Expresar la verdad mediante el sentimiento, las metáforas y las parábolas. Hacer que las ideas difíciles sean fáciles de entender.
Un halcón que surca el cielo para tomar a su presa; un venado que pisa delicadamente el llano, un caballo salvaje, un abuelo que pesca junto a su nieto, la muerte sangrienta de un torero, el canto de un pájaro; todo es poesía.
El hombre, que está alerta ante todo esto y lo conoce, es un poeta.
Con el poeta viene la musa.
El hombre de acción contempla a la musa y descubre la poesía en su alma.
Ésta puede adquirir muchas formas.
Para algunos, la musa es una persona de verdad, para otros una fuerza del espíritu, la Luna, un medallón de oro, la Virgen María, un espejo.
Todos somos diferentes.
Yo prefiero una mujer cálida, vibrante y tolerante, con la cara de un ángel y un cuerpo hecho para amar, que susurre en mi oído todo lo que salga de ella.
Conocí una vez a un filósofo extravagante, cuya musa parecía ser una india de madera.
Un día su hermano se enojó con él y la quemó.
Él se secó y ya no pudo escribir.
Todos somos diferentes.
La musa puede ser difícil en ocasiones: exigente, altiva, egoísta, celosa, malvada.
A veces es necesario engañar para convencer a la musa de sacar en nosotros la poesía que está en el aire.
La poesía está en todas partes.
Sencillamente hay que ver o escuchar para encontrarla.
Las danzas de kung fu están llenas de poesía en movimiento.
No es suficiente ser rápido, exacto, fuerte.
También debe tenerse gracia, flexibilidad, complejidad, sutilidad, y profundidad.
Los movimientos fluidos, los ritmos, las sorprendentes reversas que hacen al kung fu eficaz y terapéutico también son muy poéticas.
Este poder, ritmo, y gracia puede y debe aumentar en la vida de un guerrero, sin esfuerzo o intención.
La mente y los músculos, una vez despiertos, no descansarán, aunque usted deje el gimnasio.
Los verás mientras juegas tenis o golf, mientras navegas en un bote o vuelas en un avión.
Cada paso que des tendrá la esencia de tu nuevo conocimiento.
Al estirarte para tomar la sal, correr por el autobús, manejar un auto, pintar una cerca, al escribir una carta o cepillarte el pelo, la poesía siempre estará ahí.
Caminarás como un tigre, flotarás como un dragón, atacarás con la rapidez y la exactitud de una serpiente, te erguirás como un enorme árbol, dormirás y soñarás las visiones de un niño de nueve años o de una chica de seis.
Si deseas convertir esta sensación de poesía para usos específicos, no será difícil aprender a apreciar o crear pequeñas partes de ella en tus sueños o actividades.
Esto realzará y le agregará sabor a tus relaciones sociales y de negocios, tu trabajo y tu diversión, y le pondrá una chispa a tus confrontaciones y aventuras.
Casi todos los grandes filósofos escribieron alguna forma de poesía.
Tú debes intentarlo.
No es difícil.
Cualquiera puede escribir -imaginar o relatar lo sucedido-.
Los niños lo hacen sin ningún esfuerzo.
Toma una página vacía y anota algo en ella.
No seas tímido.
No necesitas ser bueno.
Una vez que tengas algo podrás cambiarlo, refinarlo, editarlo; pero tienes que empezar por algo.
No se necesita la genialidad, solo el enfoque.
Las ideas vendrán a ti.
Las palabras fluirán con facilidad.
Si no puedes verte haciendo esto, no es necesario que lo hagas.
La poesía está en el corazón y en el aire, no en un pedazo de papel.
Practica tus ejercicios, agudiza tus sentimientos, muévete con gracia y fuerza. 
Si tú no puedes ser el poeta, serás el poema.

David Carradine 
Fuente: http://otrobosquetaoista.blogspot.com/

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