Cuando el movimiento cesa, regresa la calma,
y de la calma surge de nuevo el movimiento.
Tarde o temprano toda actividad cesa.
Después de la tormenta viene la calma.
Después del concierto sinfónico, la música retorna al silencio
y el silencio se vuelve presente. Y del silencio brota de nuevo el sonido.
Siente cómo tu propia voz retorna al silencio
y cómo desde el silencio vuelve a surgir de nuevo tu voz.
¡Qué bella melodía forman el silencio y tu voz!
Hay un tiempo para actuar y un tiempo para no actuar.
A veces el agua fluye.
A veces permanece quieta.
Cuando fluye, fluye.
Cuando está quieta, está quieta.
Aferrarse a la actividad conduce al estrés y a la locura.
Estancarse en la no actividad es caer en la torpeza.
¿CÓMO PODRÍAMOS APRECIAR LA MÚSICA SIN SENTIR EL SILENCIO?
|
miércoles, 4 de enero de 2017
Cuando el movimiento cesa
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario