En la primera toma de contacto con el taichichuan solemos darle mucha
importancia al aprendizaje de los movimientos de las formas.
Las
secuencias del taolu se convierten en el valor de “cuánto” sabemos de tai chi y
muchos hemos caído en el error de valorar los conocimientos según el número de
rutinas que uno es capaz de hacer.
Esto
es algo que siempre estará ahí y no sería de extrañar encontrar a personas que
le dan valor a sus conocimientos en función de las formas que conocen.
Los que llevamos un tiempo practicando el sistema, sabemos que el número de rutinas no es importante, ni tampoco el número de movimientos que tiene dicha rutina.
Los que llevamos un tiempo practicando el sistema, sabemos que el número de rutinas no es importante, ni tampoco el número de movimientos que tiene dicha rutina.
Lo
importante es hacerla bien.
Hay
más taichichuan en los primeros ocho movimientos de la forma de 85 del estilo
Yang que en 108 movimientos ejecutados de manera descuidada.
Esto que parece evidente sobre el papel, en la práctica se convierte en una realidad.
Esto que parece evidente sobre el papel, en la práctica se convierte en una realidad.
Este
tipo de pensamiento sólo rasga la superficie del taichí y convierte el sistema
en un mero ejercicio aeróbico sin esencia ni contenido.
Hay
que tener en cuenta de que cuando practicamos taichichuan, aunque no nos
interesen sus utilidades marciales, debemos practicarlo con esos principios.
La
salud va ligada a la marcialidad y viceversa.
Son
conceptos que no se pueden separar pues sin una postura marcialmente efectiva
no obtendremos sus beneficios.
Sería
como separar el Yin del Yang para nuestros intereses personales, por lo que
estaríamos rompiendo el equilibrio y no obtendríamos nada más que excesos de
uno o de otro.
Esta reflexión nos lleva a la conclusión de que es importante practicar las posturas y hacerlo tal y como fueron creadas.
Esta reflexión nos lleva a la conclusión de que es importante practicar las posturas y hacerlo tal y como fueron creadas.
El
trabajo postural nos da unos conocimientos del cuerpo que difícilmente
podríamos apreciar con una ejecución continuada.
Si
aguantamos una postura al cabo de unos segundos, las zonas de presión empiezan
a notar cansancio.
Este
cansancio se manifiesta con calor, dolor o con temblores musculares.
Es
entonces cuando debemos realizar ajustes para que las zonas que no deben sentir
ese estancamiento se liberen.
Hay
más taichichuan en una buena postura que en 24 movimientos ejecutados de
cualquier forma.
Esta
práctica nos hará más sabios.
Todo esto no es más que el deseo de expresar que “menos es más” de la misma manera que “ir deprisa es ir despacio e ir despacio es ir deprisa”.
Todo esto no es más que el deseo de expresar que “menos es más” de la misma manera que “ir deprisa es ir despacio e ir despacio es ir deprisa”.
Intenten
realizar un trabajo de calidad, pero no para los demás, sino para ustedes
mismos.
Sean
conscientes que saber muchas formas no los hace mejores practicantes, sino
mejores actores en una exhibición ante un público que, en su mayoría, no saben
lo que están haciendo.
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