Este
acto esencialmente caritativo es la primera obligación del samurai.
Pero
hay que esforzarse en hacerlo de la manera conveniente.
En efecto, es fácil encontrar cualidades y defectos en la conducta del prójimo; también es igualmente fácil criticarlo.
En efecto, es fácil encontrar cualidades y defectos en la conducta del prójimo; también es igualmente fácil criticarlo.
La
crítica sólo debe intervenir después de haber discernido si la persona la
aceptará o no, después que uno se ha hecho amigo de ella, de haber compartido
sus intereses y de haberse comportado de manera tal que nos concede su entera
confianza; de esa forma tendrá fe en nuestras palabras.
Yamamoto
Tsunetomo
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