Cuando la mente prevalece

En muchas disciplinas marciales lo que prima es el trabajo sobre el cuerpo, que se templa como un arma real, mientras que los entrenamientos duros y extenuantes tienden a potenciar la fuerza y ​​la velocidad del practicante. En las disciplinas que llamamos "internas", el cuerpo se condiciona a través de diferentes métodos que involucran y condicionan el cuerpo de una manera completamente diferente. Pero es la mente, con sus habilidades perceptivas y volitivas, la que ocupa el corazón de la práctica. Por eso los "Clásicos" afirman que en el Taiji «No se trata en absoluto de fuerza, sino de Intención». También de acuerdo con los "Clásicos del Taiji", la fuerza "común" nunca debe usarse, incluso en cantidades mínimas, no debe haber lugar para la fuerza "bruta y superficial" (que Kenji Tokitsu define astutamente como "fuerza turbia"). Aunque es capaz de producir efectivamente efectos evidentes en la mayoría de las disciplinas físicas, en Taiji -como en Yi Quan o Bagua- su uso conduce al practicante por "caminos falsos". Según la teoría tradicional, la fuerza bruta produce bloqueos no deseados en el sistema musculoesquelético, en la circulación de la sangre y la linfa, en el flujo regular de energía interna (que de esta manera no puede convertirse en "Jin": la fuerza elástica interna). . Tradicionalmente se dice que “cuando la mente profunda guía el movimiento, por donde va la intención, allí va el Qi, allí emana la energía”. Pero es una energía particular y siempre de "respuesta", desencadenada por la fuerza del oponente, que es acogida y redirigida, abandonando mentalmente cualquier idea de "contraste".  Fuente: Fajin - Taijiquan & Cultura orientale