A principios del siglo VII DC,
desafortunadamente, China estaba desunida cuando la dinastía Sui de corta
duración fue derrocada.
Varios señores y reyes estaban
compitiendo por el trono.
La guerra civil comenzó.
Las personas fueron sacrificadas
como ganado.
Las ciudades fueron devastadas.
Después de unos días de lucha
brutal e incertidumbre, el señor Lee Yuan, quien eventualmente se convertiría
en el emperador, finalmente ganó una batalla decisiva y ocupó una ciudad estratégicamente
importante.
Recolectando todo el botín y
confiscando los objetos de valor de sus oponentes, tenía la intención de
distribuir este botín a los soldados y la gente.
Algunos generales mayores
sugirieron, según la tradición, que tratara a los ciudadanos y esclavos de
manera diferente.
El señor dijo rotundamente.
-¿Por qué? Las flechas y espadas
enemigas no tenían ojos y no favorecían a ninguno de los grupos. Teniendo la
misma oportunidad, arriesgaron sus cuellos por la victoria y la recompensa. Es
justo que los trate por igual.
Luego otorgó pequeños cargos, con
un salario que apoyaría a los destinatarios por el resto de sus vidas
naturales, a aquellas personas que quisieran regresar a sus pueblos nativos y
volverse agricultores nuevamente.
Este comportamiento generoso era
inaudito.
Todos los tesoreros y contadores
quedaron asombrados.
Protestaron enérgicamente sobre
esta política y sus costos potencialmente enormes para el presupuesto imperial
en el futuro.
A lo que el señor declaró con
confianza.
-¡No sean ridículos! Quiero ser
un emperador ¿Cómo puedo permitirme ser tacaño? Una persona tacaña nunca
construirá un imperio. Uno de los mayores errores de la dinastía anterior fue
su tacañería. Los ricos habían acumulado una riqueza tremenda y no compartieron
nada a los pobres, que con el tiempo se rebelaron y los derrotaron. Sean
visionarios y miren la imagen completa. Soy sólo uno de los pocos gobernantes
potenciales. Para asegurar mi posición, debo ganarme a la gente, no con fuerza
y batallas,
sino con dinero y posiciones. La política es un arte, no una ciencia. No tiene
nada que ver con contabilidad y balances. ¿Por qué no debería ser generoso?
Dinastía Sui
581 AD a 618 AD