Lieh-tzu preguntó a Kuan Yin:
-El hombre perfecto no se ahoga al andar bajo las aguas, no se quema al caminar por el fuego, no tiembla de vértigo cuando se eleva por encima de los diez mil seres.
Permitidme preguntaros cómo se puede llegar a ello.
Kuan Yin le dijo:
-Conservando la pureza del chi, sin que nada tenga que ver la inteligencia, la habilidad, la tenacidad o el valor.
-El hombre perfecto no se ahoga al andar bajo las aguas, no se quema al caminar por el fuego, no tiembla de vértigo cuando se eleva por encima de los diez mil seres.
Permitidme preguntaros cómo se puede llegar a ello.
Kuan Yin le dijo:
-Conservando la pureza del chi, sin que nada tenga que ver la inteligencia, la habilidad, la tenacidad o el valor.
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