Es
preciso entender bien desde el principio que el proceso de aprendizaje es
irregular, consiste en pasos y no carece de altibajos.
Esto
rige incluso para algo tan simple como aprender de memoria un poema.
Un
día un hombre puede aprenderlo, y al día siguiente no recordar nada.
Pocos
días después, sin haber vuelto a estudiarlo, tal vez compruebe de pronto que lo
sabe perfectamente.
Incluso
si deja de pensar en ese poema durante meses, un breve repaso se lo
restituirá por completo.
No
debe desanimarnos, en consecuencia, comprobar que en algún momento hemos
retrocedido al punto inicial; a medida que el aprendizaje continúa, esas
regresiones se tornarán más raras, y más fácil, en cambio, retornar al nuevo
estado.
También
es preciso comprender que a medida que se operan cambios en la propia persona
se descubren dificultades nuevas, hasta entonces inadvertidas.
La
conciencia las rechazaba antes, fuese por miedo o por dolor; sólo a medida que
la confianza en uno mismo se fortalece, se torna posible reconocerlas.
Moshe Feldenkrais.
Autoconciencia por el Movimiento.
1 comentario:
Una buena enseñanza ese anime el elegido es el elegido aún haci necesita un maestro.
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