La no-acción del estado no-mental
casi nunca
es apreciada en su verdadero significado.
Por el contrario, en esta
sociedad materialista
donde lo que se valora y se espera es un espíritu
furiosamente competitivo
para poder
alcanzar determinados objetivos, se la suele tomar por
holgazanería.
Pero lo que casi siempre se olvida es que toda esa actividad física y
mental
solamente conduce a la consecución de un
“éxito” que rápidamente se muestra vacío y efímero.
Al final uno se halla en un estado de enorme frustración
y con la sensación de haber desperdiciado su vida.
Al final uno se halla en un estado de enorme frustración
y con la sensación de haber desperdiciado su vida.
Ramesh
Balsekar
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