Tai
Chi Chuan es para la paz interior, pero cuando hagas Tai Chi Chuan no busques
la paz interior.
Una
búsqueda es un salto a un lado del equilibrio, por lo tanto no busques la paz,
así como el lecho de un río no busca el agua.
Déjate
inundar por la paz, como se llena de agua el lecho del río.
No
retengas la paz; cuando la paz llega, está, cuando se va, no está.
Todo
esfuerzo por alcanzarla o mantenerla es tensión, y Tai Chi Chuan es para
liberar tensión.
Permite
que la paz fluya a través de ti, sin forzarla.
Haz
Tai Chi Chuan lentamente si así lo amerita:
Lo
importante de Tai Chi Chuan no es que se acabe, sino que dure.
Si
la paz es el objetivo, también es importante el proceso.
No
busques el final de la forma, si no su plenitud en ti y en tus acciones.
La
paz no viene tan sólo por hacer Tai Chi Chuan:
La
paz viene cuando, haciendo Tai Chi Chuan, únicamente haces Tai Chi Chuan.
No
hay sino la forma y tú, el suelo que te sostiene, y el cielo que te cubre.
No
está presente la preocupación sobre qué almorzarás mañana, o sobre cómo te fue
en la oficina ayer.
No
hay sino Tai Chi Chuan, así como al río lo hace río el paso del agua.
Si
el agua se detiene, ya no es río sino lago, si el agua se marcha, ya no es río
sino polvo.
Deja
que la paz fluya a través de ti, silencia la mente y déjate moldear por la
forma en la que respiras.
Tai
Chi Chuan es mente y cuerpo moviéndose en la misma armonía.
Desconozco el autor
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