lunes, 29 de febrero de 2016

Vivir como las flores




















Un joven le preguntó al sabio:
-¿Qué debo hacer para no enojarme? Algunas personas hablan demasiado, otras son ignorantes, me fastidian las que son mentirosas, sufro por las que juzgan y calumnian. Detesto el incumplimiento.
-¡Pues vive como las flores!, contestó el maestro.
-Y ¿cómo es vivir como las flores? preguntó el discípulo.
-Pon atención a esas flores, continuó el sabio anciano, señalando unos lirios que crecían en el jardín. Ellas nacen en el estiércol, sin embargo son puras y perfumadas. Extraen del abono maloliente todo aquello que les útil y saludable, pero no permiten que lo agrio de la tierra manche la frescura de sus pétalos.
Es justo angustiarse con las propias culpas, pero no es sabio permitir que los vicios de los demás te incomoden. Los defectos de ellos son de ellos y no tuyos, no hay motivo para molestarse.
Ejercita pues, la virtud de rechazar todo el mal que viene desde afuera y perfuma la vida de los demás haciendo el bien.
-Esto es vivir como las flores.




La cualidad del movimiento

La cualidad del movimiento de una persona se estudia desde dos puntos de vista: la espontaneidad y el control.
La espontaneidad es una función de autoexpresión.
Cuanto más vivo, más espontáneos son los movimientos de una persona.
El cuerpo se expresa de modo natural, cambia constantemente para reflejar los sentimientos interiores.
En este respecto es como una llama que nunca es la misma en dos momentos, cualesquiera que sean.
A la vez que el cuerpo es más estructurado que una flama, no es tan rígido como una máquina. Tiene una calidad fluida y responde al juego de las fuerzas interiores.
Normalmente el control representa la sumisión de la espontaneidad por el yo, y es planeada para reproducir una acción más efectiva.
Por medio del control yoico se canaliza y se integra con la motilidad espontánea del cuerpo para lograr una meta deseada.
En un yo saludable el control no disminuye la espontaneidad corporal.
Cuando el control y la espontaneidad están integrados en el movimiento del cuerpo, el resultado es coordinación.
La coordinación refleja el grado de identificación con el cuerpo que tiene el yo, a la vez que comanda los movimientos.
Una persona sana, está bien coordinada en sus movimientos, es espontánea y a la vez tiene control.
La enfermedad emocional se caracteriza por una pérdida de la espontaneidad o por una deficiencia del control yoico, o ambas.
Hablando en términos generales, la persona que sufre de disturbios emocionales se mueve compulsivamente o impulsivamente.
La persona compulsiva es rígida, sus restricciones yoicas son tan severas que sus movimientos toman un patrón mecánico y le falta espontaneidad.
En la persona impulsiva el control yoico está debilitado y los impulsos se rompen hacia fuera de una manera histérica.
La persona impulsiva es hiperactiva, ni puede estar sentado tranquilo ni canalizar su energía hacia acciones conformativas.
Su yo inadecuado constantemente se abruma por sus sentimientos, a la vez que se frustra constantemente porque sus sentimientos están desbordándose sin lograr nada.
La persona compulsiva tiene miedo de soltar su control rígido, la persona impulsiva es incapaz de mantener el control.
En efecto, la persona impulsiva está descargando sus energías desenfrenadamente para evitar los sentimientos en su cuerpo.
Se pone irritable para evitar sentir su rabia; histérico, para evitar sentir tristeza y promiscuo para evitar sus sentimientos sexuales.
Corre antes de tener miedo, grita antes de que le causen dolor y ataca antes de ser amenazado.

Alexander Lowen
Conferencia II "Los movimientos"


sábado, 27 de febrero de 2016

Tuishou saludable.

Tai chi Córdoba - Escuela Yang Wudang
























Como ya sabemos, el tuishou o empuje de manos, es un ejercicio de carácter sensitivo ejecutado generalmente por parejas, que nos permite desarrollar las habilidades de escuchar, fluir y adherirse.
Dicho/s ejercicio/s son el siguiente estadio a la correcta ejecución de las rutinas en su forma didáctica más ortodoxa.
Es por eso que hasta no desarrollar un correcto trabajo estructural/postural en las rutinas, una raíz razonablemente estable y un fluir energético en forma de chansijin correcto, sería muy difícil desarrollar un tuishou de calidad.
Pero, esto es, ¿del todo cierto?, ¿forma el tuishou una parcela completamente inaccesible salvo para una élite?
¿Puede el tuishou enseñarnos una buena base estructural, una raíz firme y un chansijin de calidad y al mismo tiempo mejorar la salud?
Bajo un punto más flexible podríamos ver el tuishou como una herramienta más, para el aprendizaje de estos conceptos en ocasiones abstractos y para obtener una visión más equilibrada del sistema.
La ejecución de las rutinas nos prepara para el tuishou, pero al mismo tiempo el tuishou nos hace comprender mejor las rutinas; una manifestación del yin yang cuyo resultado en la separación conlleva más esfuerzo en aprender el sistema y un gasto inútil de tiempo y dinero.
Entre las múltiples ventajas a nivel de salud que nos aporta el tuishou, como el endurecimiento cubital y radial, el aumento de la flexibilidad en flexores y extensores carpianos, fortalecimiento de cervicales lumbares, dorsales, suelo pélvico, cuádriceps y gemelos entre los más destacados, nos encontramos con el trabajo de masaje interno mediante la acción fascial, muscular y respiratoria, implicando órganos como estomago, hígado, bazo y riñones.
Sería una pena no disfrutar de estas ventajas por una metodología basada en el purismo e incluso en algunas ocasiones, en un absurdo celo a la difusión del conocimiento.

Tai chi Córdoba - Escuela Yang Wudang


viernes, 26 de febrero de 2016

El ladrón y la luna

Un hombre sabio vivía en una cabaña al pie de una montaña. 
Cierta noche, un ladrón entró en la choza, sólo para descubrir que allí no había nada que robar. 
El sabio volvió entonces y lo sorprendió.
—Tal vez hayas hecho un largo camino para visitarme —le dijo al ladrón— y no debes irte con las manos vacías. Por favor, acepta mi ropa como regalo.
El ladrón quedó desconcertado, tomó la ropa y se fue sin decir nada. El sabio, desnudo, se sentó a mirar la luna.
—Pobre hombre —pensó—. Ojalá pudiera darle esta hermosa luna.

miércoles, 24 de febrero de 2016

lunes, 22 de febrero de 2016

El Yin y el Yang en la aplicación del TaiChi Chuan

Tai chi Córdoba - Escuela Yang Wudang


La realidad es que muchos expertos en artes marciales se enfocan en el aspecto combativo y suelen sacrificar la salud, pueden acabar con los pies y manos endurecidos que hasta pierden sensibilidad en ellos o sufren molestias corporales de las que no suelen ocuparse, convirtiéndose a la larga en grandes lesiones físicas, nada comparables con las emocionales, es más, en ocasiones son agresivos e inducen a los alumnos a golpearse con rabia entre compañeros.
Los maestros de TaiChi Chuan considean estas prácticas malsanas como un exceso de Yang, a consta del Yin y eso daña la salud.
Para resolver este desequilibrio el método es darle la misma importancia a ambos aspectos.
Es más el TaiChi Chuan es un excelente sistema para minimizar enfermedades degenerativas y psicológicas como el asma, la artritis, el reumatismo, la gastritis, la depresión , el nerviosismo, dolencias que la medicina convencional no alivian o alivian poco.
En España (sobre todo) muchos alumnos e instructores han atribuido demasiada importancia a la salud; con lo cual la práctica es desequilibrada.
Muchísima gente no sabe que el TaiChi Chuan es un arte marcial y de hecho hay pocos libros publicados que lo indiquen.
En consecuencia: Los practicantes de este arte marcial que sólo lo usan para la salud reciben un exceso de Yin.
Estos alumnos no comprenden que aunque no lo quieran emplear para la lucha, los mayores beneficios para la salud proceden de practicarlo como lo que es: UN ARTE MARCIAL





Vida cotideana

Montaje creado Bloggif

Después de diez años de aprendizaje, Zenno consideraba que ya podía ser elevado a la categoría de maestro zen.

En un día lluvioso, fue a visitar al famoso profesor Nan-in.
Al entrar en la casa de Nan-in, este preguntó:
- "¿Has dejado tu paraguas y tus zapatos afuera?"
- "Evidentemente –respondió Zenno. – Es lo que manda la buena educación. Yo haría lo mismo en cualquier parte".
- "Entonces, dime: ¿colocaste el paraguas al lado derecho o al lado izquierdo de los zapatos?"
- "No tengo la menor idea, maestro".
- "El budismo zen es el arte de la atención plena en lo que hacemos –dijo Nan-in. La falta de atención en los pequeños detalles puede destruir por completo la vida de un ser humano. Un padre que sale corriendo de casa, nunca deja olvidado un puñal al alcance de su hijo pequeño. Un samurai que no mira todos los días su espada, terminará encontrándola oxidada cuando más la necesite. Un joven que olvida dar flores a su amada, acabará perdiéndola".
Y Zenno comprendió que aunque conocía bien los principios espirituales del zen, había olvidado aplicarlos a la vida cotidiana.

viernes, 19 de febrero de 2016

Diferenciando entre la cadera y la cintura (Kua / Yao).


Quizás no haya un tropiezo mayor en el dominio del Taijiquan, que la confusión que se nos presenta cuando emprendemos un estudio consciente de la cadera y de la cintura. En la educación física occidental, no hay prácticamente nada que nos prepare para el estudio de esta región del cuerpo. Esto podría deberse en parte, a la naturaleza competitiva de los deportes, basados en la educación física de occidente, la cual valora el éxito por encima de la investigación, y quizás también por una larga historia de tabúes, favorecidos por valores puritanos, que juzgaban tales consideraciones indecentes. Para colmo de dificultades, el estudio de la cadera y de la cintura, está inherentemente obstaculizado por nuestra naturaleza “homunculus”, la relación casi inversamente proporcional entre el volumen de tejidos en el cuerpo y la cantidad de nervios que inervan una región. Por ejemplo, las pequeñas zonas de los ojos y labios son tremendamente más sensibles que, en comparación, el enorme músculo del muslo. De igual forma, hemos sido creados, con sólo una leve innata conciencia de las zonas de la cadera y cintura. La ignorancia e incluso el miedo a experimentar esta zona, está probablemente relacionada con la dificultad natural de sentir esta región. En psicología, sueño y mito, la cadera y cintura son a menudo identificadas como el almacén de contenido emocional inconsciente reprimido, el cual puede dirigir nuestras vidas conscientes.
Otro problema para los entusiastas específicos de Taijiquan, es que la primera y segunda generación de los clásicos de Taijiquan, cuando hacen referencia a la cadera y cintura, describen ”piernas y cintura”, pero nunca mencionan de forma específica a la cadera, distrayendo a generaciones de estudiantes de un obvio e importante estudio. Es probable que esto se deba en parte, a un tradicional conservadurismo, similar a occidente, a cerca del uso de descripciones vulgares. Estos escritos poseen un extraordinario tono ceremonioso que ralla en lo refinado. Estos documentos también hablan en un lenguaje poéticamente didáctico, que se presta más a la comunicación de principios que a datos específicos. En ellos encontramos descripciones de los pies, las piernas y cintura, pero no es hasta las generaciones post- clásicas, unos ochenta a cien años más tarde, cuando nos empezamos a encontrar instrucciones a cerca del kua, los glúteos, la rabadilla y la ingle.
La cadera y la cintura son partes completamente diferentes del cuerpo. Aunque esto pueda parecer demasiado obvio de mencionar, en el entrenamiento de muchos practicantes de Tai Chi, aparecería una falta de entendimiento de esta diferenciación. Como consecuencia, estos practicantes no pueden llevar a su máximo potencial la relación intrínseca y dinámica entre la cadera y cintura, con propósitos de movilidad, fuerza ó salud.

Definición, Estructura, Comportamiento y Funcionamiento de la Cadera

No es necesario conseguir demasiada técnica a nivel anatómico para nuestros propósitos. Para la comprensión de estos elementos del cuerpo, se requiere, no un conocimiento médico, sino experiencial. Uno puede remitirse a cualquier texto anatómico para temas concretos. Aunque es desde luego útil el ver las diferencias, es más importante sentir el diseño natural y la estructura de la cadera y cintura, un hecho claramente basado en lo que sentimos. A un nivel básico la cadera puede ser distinguida de la cintura por su estructura y localización. A un nivel más profundo y relevante, ambas pueden ser estudiadas en base a sus diferentes funciones.

La cadera

La cadera es una articulación representada por la conexión entre la cabeza del fémur y la región pélvica en su acetábulo (la cuenca de la cadera). A diferencia de la rodilla y del tobillo, la cadera el una articulación formada por una bola y una cuenca, lo que la hace excelente para la ejecución de gran variedad de rotaciones complejas. La articulación de la cadera permite a la pierna moverse relativa al cuerpo, como por ejemplo al dar patadas ó en las acciones de levantar la pierna mientras la otra está en el suelo, ó al cuerpo moverse relativo a la pierna, como cuando el torso se dobla hacia el muslo durante el cambio de peso en Tai Chi, teniendo los dos pies en el suelo.
En Chino la palabra más común para la cadera es tunbu (literalmente “sección de nalgas) pero, al igual que en español, esto implica generalmente, a la superficie exterior de la cadera más que al trabajo de la estructura interna. En Taijiquan y en las artes marciales chinas, en general se estudia el término kua (pronunciado como suena), y es usado para describir la región concerniente. Un homónimo de “kua” implica la noción de algo que pasivamente se “colapsa”, está “colgado”, ó se “pone a horcajadas”. Mientras que “kua” puede ser traducido al español directamente como “cadera”, se refiere más al “pliegue de la cadera”(pliegue inguinal), el pliegue natural que se estira hacia arriba diagonalmente, y hacia fuera desde el huiyin (perineo), hasta la confluencia entre la parte superior del hueso de la cadera y la base de la parte exterior de la pelvis. Este recorre el mismo camino que el ligamento inguinal. Obviamente hay un kua por cada pierna, pero nos puede ser de ayuda el mencionar que ambos kua derivan de un mismo lugar, el huiyin. Dándonos cuenta de esto, es mucho más fácil ser consciente del movimiento natural del pliegue de la cadera mientras se abre y se cierra. La tendencia de los practicantes, una vez conscientes de esta zona, es la de centrarse excesivamente en la parte superior del segmento del kua. Esto hace que la energía tienda a subir a la cadera. Se puede conseguir de forma instantánea, un grado mucho mayor de enraizamiento, simplemente asentando el kua en su base cerca del perineo. Cuando describen la región de la cadera en los textos posteriores chinos, vemos es término kua ó kua gen, la cuenca de la cadera (literalmente base de la cadera ó raíz) usado casi universalmente por los primeros autores del siglo XX. Expresiones comunes pueden ser. “aflojar la cintura y el kua”, “hundir el qi y asentar el kua”.
Aunque no hay una palabra específica para kua en español, encuentro que “pliegue de la cadera” es una descripción satisfactoria a la hora de instruir a los estudiantes. Es fácilmente demostrable a través de los dobleces de las telas de los pantalones ó de las faldas lisas, y es un término fácil para que los estudiantes lo recuerden. “Asentar el pliegue de la cadera” ó “relajar profundamente en el pliegue de la cadera” normalmente hace que funcione. La mayoría de los estudiantes de Tai Chi al final se llega a acostumbrar al término kua, y normalmente es usado por los instructores no chinoparlantes en muchos idiomas.


Cómo se mueve la cadera. ¡¡Importante!!

Aquí hay otra posible razón por la que las piernas son mencionadas por los clásicos en vez de las caderas. Las caderas tienen que moverse siempre como consecuencia natural de las acciones iniciadas en las piernas. Puesto que las primeras no tienen un mecanismo por el cual se acercan y se van por sí mísmas, es un error el pensar que nos “movemos desde” las caderas. Al igual que un árbol se balancea por el viento, las caderas son motivadas a moverse. La ignorancia de este crítico concepto, ha dejado a algunos practicantes durante décadas con dificultades, tratando de encontrar la raíz, la fluidez y la verdadera habilidad de adherencia. Las caderas deben permitir el movimiento. Deben consentir la presión, dejando que la fuerza, el movimiento y la energía se transfieran arriba, abajo, hacia delante, hacia detrás y de un lado a otro. Aunque la presión puede venir de la pierna contraria a la que conduce la fuerza ó del empuje del compañero, las mismas caderas deben permanecer receptivas, pasivas y despejadas. No tratamos de mover las caderas en relación a la fuerza, sino como el eje de una rueda, permitiéndolas rotar de forma automática. Por regla general es la rotación pasiva en una cadera la que provoca la rotación pasiva de la otra. Esto es a menudo descrito como “doblar” la cadera ó kua.

Tensar

Hay una tendencia inconsciente a tensar la zona de la cadera y de la cintura cuando mantenemos el equilibrio, o cuando movemos el cuerpo pasando de una postura a otra. Normalmente, cuando el cuerpo intenta cambiar, la tensión se localiza en la parte superior del muslo, en las nalgas, ingle, psoas, zona inferior del abdomen y zona inferior de la espalda, según las distintas exigencias de la práctica. Estas zonas del cuerpo están altamente sensibilizadas unas con otras y cuando una zona se tensa, las otras también tienden a tensarse como con una empatía solidaria. Esta tensión, incluso siendo sutil, impide la suelta y clara rotación de la cadera y la cintura, como cuando las articulaciones se encuentran restringidas debido a una condición limitante. Esto tiende también a conducir la energía hacia arriba, provocando que la parte superior del cuerpo se tense, la respiración llegue a ser poco profunda y el movimiento se haga superficial. Esto es sumamente contraproducente para la libertad de movimiento, la liberación de fuerza y el movimiento de energía. Por la tanto, todos los grupos musculares responden asociados a la región de la cadera y la cintura, por lo que se requiere un examen paciente, y un vigilante seguimiento durante el entrenamiento.

¿Por qué tensamos?

Para mantener el equilibrio. Para mantener el equilibrio ideal es esencial que el Centro de Gravedad del cuerpo se sitúe cerca del centro de su Base de Apoyo. Cuando el CG es desplazado, ya sea por el cambio de peso durante la práctica de formas ó por los empujones del empuje de manos y entrenamiento en parejas, los músculos tienden a tensarse en el intento de facilitar la estabilidad. Tenemos que aprender a estar en calma bajo presión y confiar en que el diseño natural del cuerpo relajado, nos servirá para mantener la estabilidad, mejor que nuestra primera reacción instintiva hacia la tensión.
Miedo y pánico. Otra razón por la que podemos tensarnos en la zona de la cadera y cintura, es debido al instinto de protección que aparece automáticamente cuando tenemos miedo de que algo nos haga daño. Tenemos miedo a perder el equilibrio, la calma, a ser golpeados, empujados ó dañados, y tenemos miedo de perder frente a un adversario. Es por esta razón por lo que debemos aprender a “invertir en pérdidas”, así que mientras nuestro instinto sea el de estremecernos y tensarnos en respuesta a la presión continua, estaremos frustrados en nuestro avance en el Tai Chi.
Hábitos y condicionantes. En tercer lugar, nos tensamos debido a los hábitos y condicionantes. Una persona, protegiendo de forma inconsciente una antigua lesión, puede mantener una tensión crónica en una cadera. Otra, puede experimentar una corrosiva ansiedad en las entrañas, debido a un trauma emocional oculto, mientras que otras pueden retener de forma continua las nalgas debido a la pesada responsabilidad del trabajo y del hogar. Aunque las fuentes y las causas de la tensión en esta zona son interminables, la solución es siempre la misma, relajarse. En Chino, la palabra song, que significa relajarse, implica el aflojarse, como cuando el pelo cae una vez que quitamos el broche.
Para superar la tendencia instintiva de tensarnos, debemos comenzar un viaje interior de auto evaluación y auto descubrimiento, para identificar qué tenemos y donde estamos “pillados”. En Tai Chi esto significa el utilizar el movimiento, profundizando de forma experiencial la zona de la cadera y de la cintura en el centro del cuerpo, para aprender más a cerca de su naturaleza, relaciones y tendencias. Finalmente, aquí encontramos mucho que aprender a cerca de nosotros mismos.

Cual es el movimiento correcto de la cadera

Preferentemente, es a través de una cadera bien posicionada, por la que el peso de la parte superior del cuerpo pasa hacia abajo, trasladándose directamente a los muslos. Esto crea las condiciones necesarias para una verdadera alineación entre ambas piernas y el torso. Sin un correcto emplazamiento natural de la cadera, el cuerpo distribuye su peso, en vez de a los muslos, a través de otros músculos, creando zonas de tensión lateral innecesarias. Esto provoca un cierto tipo de sutil, pero constante ansiedad física que tiene como resultado una conflictiva rigidez y una incapacidad para moverse libre e intencionadamente. Esto también representa un indebido estrés sobre las rodillas, fomentando una restricción de movimiento, y a veces causando dolor e incluso lesión. El papel de conducir el peso a los muslos, dejando el resto del cuerpo libre para la acción, es una de las funciones más importantes de la cadera.
Con igual importancia, la cadera sirve para transportar intacta la posición de la parte superior del cuerpo mientras cambiamos el peso de una pierna a otra. Esto se produce por una rotación pasiva mientras recibe la fuerza de la pierna que conduce. La parte superior del cuerpo es transportada fácilmente, mientras la base cambia firmemente de un lado a otro. Sin esta suave traslación de fuerzas, se adueña de las piernas una energía desordenada y poco clara, por lo que se requiere una constante ayuda, a través de una compensación no deseada, por parte de los brazos y torso. Esto se traduce en una suave inclinación involuntaria hacia delante y hacia atrás, y de una tendencia hacia cambios incontrolados a nivel de altura postural y velocidad de movimiento. Así, la habilidad de las caderas para transportar la posición de la parte superior del cuerpo, implica una mayor ayuda para la independencia del torso, que necesita libertad de respuesta, y para la habilidad de dirigir varios tipos de energía.
De forma relacionada, las caderas cuando están sueltas y en su camino natural, proporcionan el medio a través del cual la energía proveniente de las piernas, puede ser mediada hacia arriba al torso, para ser dirigida por la cintura. Las caderas, pueden permitir a la energía de las piernas, pasar sin ningún tropiezo. Si las caderas están tensas, la energía será limitada e impedida para continuar de forma progresiva hacia delante y hacia arriba. Esto es parte de lo que quiere decir con:
“La raíz está en los pies, se distribuye por las piernas, es dirigida por la cintura y expresada a través de los dedos”.
Sin un claro entendimiento del Kua/pliegue de la cadera, este consejo extraído de los Clásicos de Taijiquan (generalmente atribuido a Zhang Sanfeng), es casi irrelevante como herramienta para la adquisición de control y fuerza en el entrenamiento de Taijiquan.
Como podemos ver, la cadera cuida tanto del cambio de peso en las piernas, como de la liberación de energía. Está todo el tiempo recibiendo y guiando el peso de la parte superior del cuerpo a los muslos. Por lo tanto, las caderas son responsables de la estabilidad, movilidad y energía, de forma simultánea. El estudio de la cadera es una de las partes más críticas del entrenamiento del practicante de Tai Chi.

La trayectoria de la cadera

La trayectoria de la cadera es el camino natural que recorren las caderas relajadas cuando el peso es cambiado de una pierna a otra en la práctica de Tai Chi. Para entender claramente la trayectoria de la cadera, la acción de cambiar debería ser acompañada por un sencillo impulso ó por el empuje de una pierna hacia el suelo, provocando el movimiento del cuerpo, de la pierna con energía a la pierna pasiva que recibe. Si las caderas están relajadas durante este proceso, la trayectoria de la cadera nos asegura el enraizamiento, ya que asegura la alineación entre los muslos y la base de los pies, y previene sin esfuerzo la torsión y el giro de rodillas y tobillos que muchos practicantes de Tai Chi confunden erróneamente con el movimiento de la cadera o de la cintura. Este tipo de enraizamiento creado por esta trayectoria, no es estático, pesado ó rígido, sino móvil, vigoroso y sólido. El movimiento a través de ella, transporta a la cintura y a la parte superior del cuerpo de forma pasiva, dejándoles libres para emprender otras acciones, con la seguridad de una base sólida. El rango de movimiento es bastante moderado y sólo es correcto cuando las articulaciones están poseídas por una relajación real.

Saltar & Mantener , Aumentar & Asistir

Cuando tensamos los músculos alrededor de una ó ambas caderas durante el cambio de peso, la trayectoria de la cadera se ve entorpecida en su curso natural, y las caderas no saltan la zona de resistencia ni se mantienen así mismas en una forma fija, evitando así una rotación adecuada en la articulación de la cadera de la pierna que lleva el peso. Estos errores provocan una falta de fluidez, raíz y estabilidad. Hacen que la parte superior del cuerpo lo compense, manteniendo tensiones que restringen la libertad de movimiento. El tensar, como hemos visto, es en gran parte instintivo y no intencionado. Es por lo tanto, muy difícil de identificar y de corregir, y requiere un alto grado de atención. Es importante que el practicante de Tai Chi se comprometa a esta vigilancia, al igual que al trayecto adecuado de la cadera, que es la base y fundamento de todos los demás movimientos de Taijiquan, y debe llegar a ser un hábito para alcanzar el progreso máximo en otras áreas del arte.
Aunque el movimiento del trayecto de la cadera es muy sencillo, no es fácil dominar a la mente de forma debida, ya que esta habitualmente trata de dirigir los acontecimientos. Existe una tendencia en la mayoría de los practicantes de Tai Chi a aumentar el movimiento, “ayudando” a la cadera a encontrar su lugar correcto. Esto es por supuesto un planteamiento erróneo, al igual que cualquier otra actividad en la cadera que la saque fuera de su trayectoria, la cual sólo se encuentra mediante el asentamiento.
Como la cabeza del fémur y la cuenca de la cadera están restringidas de forma natural en su movimiento por limitaciones estructurales, así el rango del trayecto está también limitado en las posiciones fijas. Para compensarlo, los practicantes de Tai Chi, tienden a ayudar a la acción de la trayectoria, para que adquiera un rango mayor. Aunque esto pueda servir en un momento de urgencia, es un mal hábito, ya que le concierne más al fundamento básico del movimiento, y llevará a una forma de estilos y de empuje de manos dramática y aturullada.

Conclusión

Entendiendo que el Tai Chi es de alguna forma un viaje desde el exterior al interior, de la floritura de la forma a la raíz de la estructura innata. En algún punto, en el progreso de todos los practicantes serios de Tai Chi, es crítico el dominar la relación entre cadera y cintura. Es como aprender las letras para escribir, el ritmo en música, los colores primarios en pintura. El dominio de la cadera “despejada” es difícil, pero es un fundamento que vale la pena, y que servirá para todo el estudio de Taijiquan, Qigong y artes marciales.

Autor, Sam Masich
Traducción, Susana Martin Arechavala


jueves, 18 de febrero de 2016

La verdad misma

 
Las palabras no son más que el vehículo en el que se lleva a la verdad.
La verdad en sí está más allá de toda descripción, pero es a través de las palabras que se manifiesta la verdad.
Veamos, entonces, de olvidar las palabras cuando hayamos conseguido la verdad misma.
Esto se hace sólo cuando tenemos una visión a través de nuestra propia experiencia.

Lu Yu K'uan


Words are merely a vehicle on which the truth is carried. The truth itself is beyond all description, but it is by words that the truth is manifested. Let us, then, forget the words when we gain the truth itself. This is done only when we have an insight through our own experience.
Lu K'uan Yu


miércoles, 17 de febrero de 2016

¿Puedo ser tu discípulo?


¿Puedo ser tu discípulo?
Tan solo eres discípulo porque 
tus ojos están cerrados...
El día que los abras verás 
que no hay nada que puedas aprender de mí 
ni de ningún otro...
Entonces, 
¿para qué necesito un maestro?
Para hacerte ver la inutilidad 
de tenerlo.

 Anthony de Mello

martes, 16 de febrero de 2016

Cuando quieras dejar el camino















Cuando quieras dejar el camino, 
darte por vencido y retirarte...
O cuando creas que el peso
de los años puede vencer la fuerza
del espíritu, piensa en todos aquellos
que quieren verte renunciar o flaquear...
No les des el gusto...
Sigue adelante...
la edad no está en los años que viviste.
Está en los años que supiste cuidarte.
Está en tus deseos de vivir...
Está en tu ilusión de ser feliz...
Hay jóvenes viejos sin ánimos de seguir.
Hay personas mayores con ánimos de vivir.
Con sueños y proyectos por hacer...
Si aún puedes caminar... entonces
aún puedes entrenar,
quizás sin la fuerza de la juventud
pero si con la experiencia de los años vividos.
Nunca digas no puedo...
Mientras haya vida todo es posible...


Desconozco el autor


viernes, 12 de febrero de 2016

Lo Necesario Y Lo Implícito


Decía un Maestro a sus discípulos:
-Un hombre bueno es aquél que trata a los otros como a él le gustaría ser tratado.
Un hombre generoso es aquél que trata a otros mejor de lo que él espera ser tratado.
Un hombre sabio es aquél que sabe como él y otros deberían ser tratados, de qué modo y hasta qué punto.
Todo el mundo debería ir a través de las tres fases tipificadas por estos tres hombres.
Alguien preguntó:
-Maestro, qué es mejor; ser bueno, generoso o sabio.
-Si eres sabio, no tienes que estar obsesionado con ser bueno o generoso.
Estás obligado a hacer lo que es necesario.
Contestó el Maestro.

 

jueves, 11 de febrero de 2016

El Maestro Hipócrita


Siempre se presentaba a sí mismo como superior en todo.

Un día, en el sermón de la mañana, les dijo a sus discípulos:

-Queridos discípulos, estáis ante un gran liberado viviente. Aprovechad mi presencia. Soy puro, autocontrolado, lúcido y he superado cualquier miedo. En mi condición de liberado viviente jamás siento miedo, porque para mí dan lo mismo vida o muerte.

Esa tarde el maestro y los discípulos salieron a dar un paseo.

Iban por un sendero cuando de pronto vieron una serpiente sumamente venenosa atravesada en el mismo. El primero en salir corriendo despavorido fue el maestro, al que siguieron los discípulos.

Cuando regresaron al monasterio, éstos le preguntaron al maestro por qué había sentido miedo.

El mentor replicó:

-¿Miedo yo? No seáis ignorantes, queridos míos. No conozco el miedo en mi condición de iluminado, pero si me hubiera quedado impertérrito ante la serpiente, habríais pensado que exhibía mi intrepidez yeso sí habría sido inexcusable por mi parte, porque un iluminado no puede vanagloriarse. ¿Cómo he evitado ese riesgo? Pues corriendo como vosotros.
 

 

miércoles, 10 de febrero de 2016

Los distintos maestros y los distintos grados de espiritualidad

Hay ideas básicas y fundamentales que debemos tener muy claras. 
 



Cada uno debe creer en lo que quiera porque es lo que nos va correspondiendo según la capacidad del momento, es a lo que se tiene acceso y no se han hecho méritos para más. Se puede entender perfectamente que "el círculo no se pasa". Si el nivel de conciencia que yo me he trabajado es "X", yo no puedo ver más que "X" y eso es lo que vamos a asimilar y la única verdad que podemos ver, pero eso no quita para que entendamos que hay grados de verdad a los que vamos accediendo conforme a nuestra evolución, y me parece de justicia.

Todo no es válido, es válido y correcto para el que le corresponde según su nivel de conciencia y ese nivel tenemos que trabajar para ampliarlo, para acceder a grados superiores. Esta etapa de la humanidad no se basa en hacer magia para deslumbrar a los demás. Nos toca desarrollar la mente porque ya hemos visto que tenemos que trascender el astral que tuvo su sentido en la época atlante, con absoluto respeto al trabajo de aquella etapa que era el que correspondía, pero eso no significa que sigamos estancados y dejemos a un lado nuestro avance espiritual. Nosotros seguramente ya hemos vivido esas etapas y no necesitamos repetirlas ni dar marcha atrás en nuestra vida.

LA UNIDAD quiere decir que todos formamos parte del UNO, pero no todos estamos ubicados en el mismo sitio. Los Maestros no descienden a nuestro nivel para ayudarnos, somos nosotros los que tenemos que avanzar para acceder a sus Enseñanzas. En la montaña no podemos estar todos en la cima, en la ladera o en la base, cada ser y cada cosa tiene su sitio, y todo es montaña. Desde nuestro sitio sí podemos ayudar a los demás que nos están necesitando, y los demás desde su sitio pueden ayudarnos a nosotros.

Todos bebemos agua, unos del agua estancada, o de los ríos, o riachuelos, de pozos, de nacimientos, o de fuentes perfectamente purificadas. Todo es agua, pero no es de la misma pureza. Poco a poco empezamos a conocer las diferencias y efectos de unas y otras, y consecuentemente nos acercamos a la que entendemos que más nos interesa. Somos nosotros los que tenemos que hacer el esfuerzo de localizar nuestra agua, pero la fuente no viene a nosotros, la fuente está en su sitio y si nosotros queremos de esa agua tenemos que ir a la fuente que nos está esperando. Ahí está el Agua de Vida para los hombres sedientos.

Es nuestro trabajo ascender por los distintos grados de espiritualidad y consecuentemente nos acercaremos a los distintos Maestros que están para ayudarnos.

 A.C.V.
 

sábado, 6 de febrero de 2016

Escucha tu voz interior




Escucha tu voz interior 
                                                             Lao Tsé

jueves, 4 de febrero de 2016

Ya es tiempo para que saques tus propias conclusiones.

El discípulo (que ya tenía su propio grupo a cargo) estaba preocupado y acudió al viejo maestro para plantear su dilema:
- Maestro, llevo tiempo en el camino, ¿tiene sentido seguir en el estudio y la duda?
Luego de un silencio que parecía no tener fin, el maestro respondió:
- La persona espiritualmente madura lee y sigue estudiando para desafiar sus certezas dejando un espacio llano para dudar y habitar en la pregunta.
El espacio del no saber (que no es nihilismo ni ignorancia) es el ámbito abierto y receptivo que viabiliza la opción que trae novedad a su reflexión.
El diferente y sus ideas son bienvenidos a ese espacio.
La persona que transita la etapa infantil de la espiritualidad (que no tiene que ver con el tiempo sino con el estado de su conciencia) habla con otros, se informa y lee para autoconfirmarse en sus certezas.
Su seguridad reside en la uniformidad de pensamiento, le teme al diferente y ve como una amenaza angustiante que el distinto lo provoque en sus certidumbres.
Ya es tiempo para que saques tus propias conclusiones.

 

Los seis huevos


La vieja bufaba y protestaba, iba de su casa al patio, del patio al establo, del establo al huerto y volvía a la cocina.
Vivía en uno de los extremos del poblado y caminaba ligeramente encorvada.
-¡Ay, ay, qué breve es el tiempo! -se quejaba.
Budai la oyó desde el camino y comenzó a reír.
-¡Tanto por hacer y tan pocas manos! -insistía la vieja.
Las carcajadas del vagabundo llegaron a oídos de la mujer.
Frunciendo una frente de por sí arrugada, lo maldijo por lo bajo.
Pero se arrepintió y dio unos pasos en dirección a aquel que reía de su prisa.
Recordó que lo suyo era quejarse, no maldecir.
-Te mofas de mi, viajero -le increpó a Budai.
-Qué va -repuso el hombre del saco de tela, frotándose los ojos húmedos con la mano izquierda-, al oírte me acordé de la historia de Zao, el malabarista, que hacía volar y luego recogía cinco huevos a la vez hasta que lo intentó con un sexto y se le rompió.
-¿Y?-le increpó la vieja, ansiosa por saber qué se traía entre manos el viajero.
-¡Que se le rompió sobre su propia cabeza!
-Un fastidio -dijo la mujer.
-¡Qué va! Fue la primera vez que Zao probó un huevo crudo y descubrió que no eran tan malos.
-Si quieres hacerte el enigmático conmigo -protestó la vieja-, te correré de aquí a escobazos.
-El tiempo se detiene y alcanza para todo si uno se queda tranquilo en el quinto huevo -sonrió Budai-. Cuanto más te esfuerces por hacer, tantas más cosas te saldrán mal.
-No tengo quien me ayude -rezongó la apurada-. Y me gusta que todo funcione a la perfección.
-Cuantos más huevos pone una gallina, peor le salen -sonrió Budai.
Hizo una reverencia y se ofreció a ayudarla por unos días, a lo que la vieja accedió de inmediato.
Una mañana, viéndola un poco más relajada, el vagabundo fue al gallinero, cacareó a las gallinas, recogió seis  huevos y se puso a hacer malabarismos delante de la puerta de la casa de la vieja impaciente.

"El Buda de la risa"

 

miércoles, 3 de febrero de 2016

Eres valiente

Maestro, ¿valiente es el que le pone el pecho a los tiros? 

-No hijo, ese es un estúpido.


Valiente es el que hace lo correcto, el que se entrena y mantiene sus destrezas y su estado físico, el que piensa claramente  y mantiene a raya sus miedos, el que no siente que depende de algo o  alguien, el que no se ata a nada o nadie, el que mantiene una distancia emocional y mental con su entorno.

 Ese es un valiente.