Un hombre perdió su hacha;y sospechó del hijo de su
vecino.
Observó la manera de caminar del muchacho –exactamente como un
ladrón.
Observó la expresión del joven –idéntica a la de un ladrón.
Observó su forma de hablar –igual a la de un ladrón.
En fin, todos sus gestos y acciones lo denunciaban culpable de
hurto.
Pero más tarde, encontró su hacha en un valle.
Y después, cuando volvió a ver al hijo de su vecino, todos los
gestos y acciones del muchacho le parecían muy diferentes de los de un ladrón.
Lie Zi
No hay comentarios.:
Publicar un comentario