Tan Tien,
se ubica tres dedos por debajo del ombligo.
Es el
punto a partir del cual deben iniciarse todos los movimientos. Es un poderoso
centro energético en el ser humano.
Cuando se
encuentra abierto, aporta una gran fuerza vital y una gran capacidad de
concentración e intuición.
La práctica
de Tai Chi Chikung y de las artes marciales tienden a abrir este poderoso
centro energético, punto en el que se armonizan y unifican
cuerpo-energía-mente.
Desarrollar la potencialidad del Tan Tien, es toda una revolución que nos lleva a cambiar el centro a partir del cual vivimos.
Desarrollar la potencialidad del Tan Tien, es toda una revolución que nos lleva a cambiar el centro a partir del cual vivimos.
Es la
vuelta a la intuición, a encontrar de nuevo la parte más visceral y profunda en
el ser humano.
Algo que
no se puede expresar a través del intelecto y de las palabras.
Al
desarrollar la potencialidad que nace a partir del Tan Tien, vivimos en el aquí
y ahora, y rompemos la dualidad de la mente.
Es como
romper con todas las categorías que el intelecto construye, y que son un
condicionante en nuestra relación con lo que nos rodea.
Esto no
quiere decir que no utilicemos la razón, sino, que no somos esclavos de ella y
hacemos uso consciente y adecuado de ella.
Es
cambiar el centro vital a partir del cual vivimos y nos relacionamos con lo que
nos rodea, de la razón (el pensamiento), a Tan Tien (la intuición, el aquí y
ahora).
Cuando el
ser humano se encuentra libre de condicionantes, sus posibilidades de reacción ante
cualquier circunstancia se multiplican, se encuentra la libertad a partir de la
cual podemos crear espontáneamente una vida fresca y nueva en cada instante.
Sólo a
través de la práctica con el cuerpo-mente se puede llegar a la
experiencia-viva, a la realización de la abertura del Tan Tien (océano de
energía).