jueves, 23 de octubre de 2014

Pequeñas reflexiones sobre el aprendizaje de Tai chi chuan




Pequeñas reflexiones
sobre el
aprendizaje de 
Tai chi chuan
Han decidido aprender Tai chi chuan.
Sin considerar  motivos personales, si cómo lo han descubierto, tomaron la decisión de comenzar la práctica.
Empieza ahora una tarea crucial, ¿a dónde ir? y ¿con quién tomar clases?
Hay distintos tipos de lugares donde practicar, que van desde dojos de arte marcial y gimnasios a prácticas al aire libre. Hay instructores, profesores y maestros, serios y de los otros, de orígenes variados, con diversas filosofías de práctica y distintas ópticas desde donde enseñan el arte.
Pero más allá de estas consideraciones, y habiendo tomado el tiempo necesario para decidir, ¿qué asegura un acercamiento al arte, que permita lograr una experiencia positiva y un buen aprendizaje?
Que el  alumno tenga interés y se esfuerce no garantiza que aprenda bien.
Para conseguirlo tienen que darse tres condiciones.
La primera condición es tener un buen maestro. Alguien que comprenda muy bien la esencia de  Tai chi chuan. Solo de esta manera podrá guiar en este camino a sus alumnos, sin dar rodeos, ni caer en callejones sin salida.
Existen practicantes, que encontraron buenos maestros, pero que no han aprendido bien. De los alumnos de un maestro, solo algunos aprenden de verdad, con dedicación, esfuerzo y honestidad, durante muchos años. Muchos no están dispuestos al sacrificio que esto conlleva y a comprometerse lo suficiente, logrando solamente un aprendizaje mediocre y de baja calidad. Algunos aún, solo basan su conocimiento en la lectura de libros y videos, y sus sensaciones no pasan de ser meros reflejos de las verdaderas.
Si esos que no aprendieron bien, comienzan a enseñar a otros, la enseñanza es pobre e incompleta y el arte se degrada. Es triste, pero en la actualidad, esto se da con mucha frecuencia y se ve como Tai chi chuan va perdiendo su esencia.
La segunda condición es que el alumno sea despierto, honesto, suficientemente humilde, capaz de superar las dificultades, tenga claro su objetivo y esté comprometido con el camino de su propia superación.
Estos son los alumnos que el maestro o el profesor serio, tiene la obligación de buscar.
Todos creemos ser muy inteligentes, entonces es muy fácil caer en el error de pensar que ya hemos aprendido todo. Cuando llega ese momento si no se deja de lado esa sensación, será muy difícil llegar a obtener el verdadero Kung fu. En China se dice que la inteligencia va en contra del éxito verdadero.
Como se ha dicho, el alumno debe buscar al maestro y el maestro debe buscar al alumno. Lo más importante es la virtud, la calidad humana. Quien decida llegar lejos en este camino, debe respetar al maestro y al arte, debe tener confianza y estar dispuesto a dedicarse en cuerpo y espíritu a la tarea. Pero esto no es lo más común en la mayoría de los practicantes.
Cuando estas condiciones están dadas, la tercera es la más importante, y tiene que ver con el espíritu con el que el alumno encara el aprendizaje.
Hay que practicar con constancia y dedicación, ser perseverantes y encarar las dificultades con coraje y decisión, alejarse del excesivo entusiasmo, mantener la mente calmada y no impacientarse.



Éstas son algunas reflexiones motivadas en la lectura de los textos del Maestro Tew Bunnag
Oscar Delfino

No hay comentarios.: