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Muchas veces, cuando estás atado a una escuela, un estilo, o una tradición, uno se cierra en banda, y parece que mezclar cosas es un error, que te va a desviar del “auténtico camino” y muchos lo consideran hasta una aberración, pero los fundadores de dichos estilos hicieron exactamente eso mismo, aprender de diferentes maestros y sistemas, adaptando y perfeccionando lo que les servía y creando su propio estilo, ese que ahora parece que debe guardarse celosa e incorruptiblemente. Para mí, seguir el ejemplo de los grandes fundadores no es practicar su arte tal cual, sin cambiar ni una coma, sino hacer como ellos, aprender, investigar, adaptar y crear una expresión propia y genuina del arte… Siendo respetuoso del legado y sus principios.
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Texto adaptado de un texto encontrado en la web |
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