Los pensamientos te llevan a tus propósitos; tus propósitos a tus acciones; tus acciones a tus hábitos; tus hábitos a tu carácter y tu carácter determina tu destino. |
Este principio, del teólogo estadounidense Tyron Edwards, no son mágicos.
No son un mantra que puedas repetir unas cuantas veces y voilà, milagro conseguido.
No te esfuerces por cambiar tus pensamientos durante unas pocas semanas, medites de forma intermitente durante un tiempo y pienses en los principios de este post de vez en cuando, y esperes obtener grandes resultados.
La paz interior no funciona de esa manera.
Desarrollarla y cambiar tus pensamientos internos es un proceso que requiere de tiempo y dedicación.
Decir que tus pensamientos no son poderosos y que no tienen efecto en tu vida porque trataste de manifestar algo y no funcionó, es autoengañarse.
La mayoría de las personas que hacen tales declaraciones ni siquiera se mantuvieron en el camino durante un mes.
Algunos puede que lo hayan intentado durante dos o tres meses y luego lo dejaron, y otros solo hicieron un intento a medias durante unas semanas antes de dejarlo.
Míralo de esta forma: si estuvieses interesado en desarrollar grandes habilidades en artes marciales, como por ejemplo Donnie Yen, Jet Li o Bruce Lee, crees que eso sucederá después de que comiences a entrenar durante un par de meses, o incluso un año, y luego lo dejes?
Por supuesto que no.
Esos hombres no desarrollaron esas habilidades de la noche a la mañana, y tú tampoco lo harás.
Constantemente enfocaron sus mentes en desarrollar sus habilidades durante años y años.
Entrenaron sus mentes, pusieron sus pensamientos en acción física, mental y espiritualmente, y luego se mantuvieron consistentemente en su camino hasta que sus pensamientos y metas se hicieron realidad.
Ese es el trabajo que forjará tu carácter y que determinará, de una u otra forma, tu destino.
Autor desconocido
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