Trata de detenerte y tomar conciencia de tu respiración de vez en cuando en el transcurso del día. Puede ser durante cinco minutos o incluso cinco segundos. Entra en la plena aceptación del momento presente, de cómo te sientes y de qué percibes que ocurre. Durante esos momentos no trates de cambiar nada en absoluto, sólo respira y libérate. Respira y sé. En ese momento, no tienes que conseguir que nada sea diferente; date permiso para dejar que el momento sea tal cual es. Respira. Después, cuando estés preparado, avanza en la dirección que tu corazón te dicte, y hazlo atento y con resolución.
Fuente: https://humorzen.wordpress.com/2008/07/15/un-momento/
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