Preguntó
el alumno:
-Maestro,
si alguien se acerca a ti con un regalo,
y tú no
lo aceptas... ¿A quién pertenece el regalo?
-A quien
intentó entregarlo.
Respondió
el Maestro, y agregó:
-Y lo
mismo vale para la envidia, la rabia y los insultos.
Cuando no
son aceptados, continuan perteneciendo a quien
los cargaba consigo.
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