Una de las disciplinas del maestro era la alfarería.
Después de permanecer con él por un tiempo, comienza a sentir que comprende.
Un día toma uno de los jarros del maestro para admirado, y éste se le desliza de las manos. Cuando e! jarrón se despedaza, siente una tremenda sensación de pérdida.
El maestro taoísta le dice:
‘¿Por qué? No debes sentir remordimiento. Aún está allí’.
El maestro iluminado reconoce que no es el jarrón lo que importa.
Sino la experiencia de haberlo fabricado.
Lo que realmente
aprendes no es un algo tangible,
es algo que se disuelve, pasando a formar parte
de ti,
haciéndote cambiar.
1 comentario:
Hermosa enseñanza.!!!!!
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