martes, 25 de abril de 2017

El miedo y la duda nos llevan al fracaso


Un joven guerrero del sable y su maestro se dirigían a un torneo de Artes Marciales cuando llegaron a un puente formado por un solo tronco.
Se asomaron y vieron un profundo precipicio que se perdía entre las brumas.
El tronco era muy estrecho y cuando el joven alumno intentó pasar, se dio cuenta que además de estrecho era resbaladizo.
El guerrero se quedó temeroso delante del tronco, dudando si cruzarle o no.
Su maestro lo observaba.
De repente, apareció un viajero ciego.
Con su bastón tocó el tronco, se quitó las sandalias y cruzó el puente despreocupadamente.
El venerable maestro miró a su alumno a los ojos y le dijo:

"Creo que hoy hemos recibido una sabia lección."

No hay comentarios.: