Sifu
Tang Lung solía decirnos que para ser un guerrero teníamos que despertar al
dragón, sin embargo ese dragón puede quemarte con su fuego hasta consumirte
si no estás preparado.
El
dragón representa la Fuerza Interior, el Chi, el Enfoque, la
Autodeterminación.
Cuando
despertamos el Chi, no hay nada que pueda detenernos, no obstante, ese poder
puede transformarnos en monstruos y auto-aniquilarnos si dejamos que nos
queme.
Ese
es el peligro que conlleva practicar artes marciales sin un verdadero
maestro, sin una verdadera y correcta preparación, que lo que en un principio
fue concebido como un camino de autoconocimiento para defendernos, puede ser
utilizado para lastimar a otros, que lo que en un principio fue puro y
pacífico se puede volver violento y putrefacto.
De
la misma forma que cuando conoces al miedo puedes utilizarlo a tu favor para
proyectarlo sobre otros y darte una ventaja definitiva, el dragón puede
servirte o despedazarte.
Y,
aun conociendo el peligro que conlleva, sin embargo no puede haber artes
marciales sin el despertar a esa bestia de su letargo.
Desconozco el autor
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