Cuando Ya Sabés Lo Que Va A Pasar
Yomi (読み): leer al otro sin que lo note.
Ese es el verdadero poder.
Un niño hizo una travesura.
No lo viste.
Pero apenas entra a la habitación, lo sabés.
No dijo nada, no se delató.
Y, sin embargo, lo leíste entero.
Porque su cuerpo, su energía, su cara y su ritmo ya cambiaron.
Eso es yomi: la lectura profunda del otro sin depender de lo que dice ni hace.
En Budō, no se enseña con palabras.
Se entrena con atención.
Yomi no es adivinación: es observación milimétrica, conexión con el momento, interpretación sin prejuicio.
En el combate real, el que tiene yomi ve la intención antes que el ataque.
No reacciona: se adelanta.
En la vida, el que tiene yomi capta la tensión antes del grito.
El cambio de energía antes del problema.
La mentira antes de la excusa.
¿Y cómo se entrena?
Mirando.
Escuchando.
Fallando muchas veces hasta que un día, sin esfuerzo, lo ves.
Y sabés.
Porque cuando desarrollás yomi… el silencio del otro ya te está hablando.
Fuente: Gabriel Benítez©

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