Que la respiración es fundamental
para nuestra salud y para el perfecto funcionamiento de nuestro cuerpo... para
nosotros no llueve.
Saber respirar es casi un arte, dado que la mayoría de las personas respiran de forma insuficiente: a veces demasiado, pero más a menudo mal, es decir: con poca participación del diafragma y de los músculos intercostales.
Una buena respiración es fundamental en los deportes y disciplinas marciales. Pero ¿cómo se debe respirar en relación con el movimiento?
Esto es lo que se preguntan muchos practicantes y, en particular, se plantean el problema de "cuándo exhalar y cuándo inhalar".
Intentar levantar un peso del suelo, o golpear un saco… la respuesta viene por sí sola.
Sin embargo, para muchos practicantes de Taiji el dilema de las fases respiratorias puede convertirse en una obsesión.
En los escritos tradicionales las indicaciones son a veces contradictorias, por lo que muchos profesores pasan por alto el tema e invitan a los alumnos a "simplemente respirar... ya está", adoptando una respiración "natural y espontánea".
Muchos maestros del pasado han enfatizado la importancia de la respiración y el papel que desempeña en dirigir el Qi a lo largo de la vasta red de meridianos que recorren el cuerpo.
Por ello, refiriéndose a la tradición taoísta, ofrecían a los estudiantes más avanzados una variedad de técnicas de respiración, algunas de las cuales eran muy complejas.
Probablemente, estas técnicas sean mucho más importantes en el Qi Gong y, en un sentido más general, en el "trabajo interno" (Nei Gong), que en la práctica del Taiji.
En este caso probablemente sea suficiente una buena respiración diafragmática, también conocida como "en el sentido de la corriente" (al inhalar el abdomen se hincha, luego se desinfla al exhalar), añadiendo, más adelante en la práctica, "inversa" o "contraria". "a la corriente" (el movimiento diafragmático es inverso al anterior: en la práctica el diafragma se contrae y desciende, aumentando el volumen de la cavidad torácica durante la exhalación; al inhalar, en cambio, como si el aire fuera aspirado por el ombligo, es decir, retrayendo el abdomen).
Sun Lutang (1861-1933), uno de los más grandes maestros de la historia (dominó Xing Yi y Bagua, y creó el estilo Sun de Taiji), creía que la respiración desempeñaba un papel importante, pero no principal, en la práctica marcial; de hecho, atribuyó mayor importancia a la sensibilidad que, a través de la percepción de expandirse y recibir, determinaba la generación y el movimiento del Qi.
Por tanto, yendo un poco contracorriente, en uno de sus textos sobre Taijiquan escribió:
«En este arte marcial el Qi se difunde ‘sin necesidad de respirar’, como efecto de apertura y cierre, movimiento y quietud.
Esta es la raíz de este Qi y cómo se crea.
Este Qi se genera por la percepción sutil de "soltar" y expandirse, recibir y contraerse.
La apertura genera expansión y movimiento.
El cierre genera recepción, contracción y quietud. La apertura crea Yang. El cierre crea Yin»
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