Nunca te
apures, esa es la manera apropiada de aprender.
Con
frecuencia, vemos gente que luego de inscribirse en una Escuela, lo primero que
hacen es tratar de alcanzar a los demás.
Y eso no
es posible, si lo intentas lo más probable es que fracases.
En un
lugar de entrenamiento, hay muchos niveles de habilidad, algunos más altos,
otros más bajos, algunas personas están simplemente comenzando a transitar el
camino, pero todo eso no debería ser de tu incumbencia.
Deberías
enfocarte en ti mismo y aprender a tu propia velocidad y nivel de comprensión,
no es posible apresurar este proceso.
Todo lo
que se necesita, es hacer tu mejor intento y nunca abandonarlo.
Los
buenos maestros conocen a sus estudiantes, pueden comentarte sobre el nivel de
cada uno de sus alumnos.
Y cada
uno de ellos es instruido a diferentes niveles de velocidad y complejidad.
Todo lo
que deben hacer los alumnos es practicar lo que se les enseña, sin compararse
con nadie.
El camino
no es una carrera hacia el final, sino un viaje hacia la conciencia de la
conexión entre la mente y el cuerpo.
Algunos
estamos lejos de conseguir esa conexión, otros más cerca.
Pero
todos la conseguiremos en su debido momento, y no en el momento que determine
alguien más.
No es
fácil encontrar la maestría, toma su tiempo, pero centímetro a centímetro todos
podemos llegar.
Algunas
personas piensan que los Maestros esperan que tomes un movimiento, concepto o
teoría, y lo comprendas apenas se te enseña. Bueno, eso no es así, lo que un
maestro espera es que lo practiques hasta que se convierta en algo natural, o
dicho concepto te resulte claro.
Esto (sin
duda) ocurrirá y cuando esto comienza, otros movimientos irán cayendo en su
sitio ante tus ojos y la habilidad seguirá creciendo... Simplemente relájate,
tranquilízate, y disfruta ese momento, viendo cómo las cosas van llegando
naturalmente a través de la práctica y el esfuerzo continuado.
No hay una agenda a cumplir, nadie te está poniendo a prueba, tan solo aprende
a tu velocidad y las cosas se te presentarán mucho más fáciles.
¿Cuántas
veces tuve que decir, ‘cálmate, mira hacia adentro solamente’? movimiento a
movimiento, vas aprendiendo.
Paso a
paso, no hay final para el aprendizaje, así que deja de mirar dónde está la
meta.
No hay
nada ahí.
Seguirás aprendiendo hasta tu último aliento en esta Tierra, el conocimiento es
interminable, por lo tanto, aprende lo que puedas a tu ritmo, hasta que no
puedas aprender más.
Siempre
he dicho que cualquiera puede aprender, es siempre la calidad, lo que está
antes de la cantidad en este y todos los artes.
Para qué
apurarte, corriendo el riesgo de perder la calidad de tus movimientos.
Cada
elemento básico es un eslabón al lado de otro eslabón en una gran cadena, y la
calidad de la cadena está en la calidad de cada uno de sus eslabones.
Si un
sólo eslabón está mal, la cadena se parte y desde el punto de vista funcional,
es toda la cadena la que no sirve.
¿Quién
compraría una cadena que se rompe al primer contacto?
Tanto los niños como los adultos, tienen que tomarse su tiempo, sean pacientes
consigo mismos.
Tu
maestro sabe lo que debes aprender y te va a ayudar, porque para eso está.
Un
maestro se dirige hacia tus puntos débiles y te ayuda a transitarlos.
No te apures, diviértete.
Todos
llegamos a algún lugar a través del esfuerzo.
Yo
aprendo cada día de mi vida y vos también.
De eso
está hecha la vida, es una experiencia de aprendizaje.
Convertí
este aprendizaje en tu propia experiencia, no te preocupes por el progreso, este
llega solo, a través del esfuerzo.
Simplemente,
creé en vos, inténtalo con fuerza, escucha a tu Maestro.
Los
Maestros ya caminaron ese camino antes que vos, por lo que pueden mostrarte el
camino que deberás seguir.
Para eso están los maestros, para ayudarte a transitar este camino.
Maestro
Frank DeMaría