Después les pedía que los destrozaran.
Los muchachos, pensando que era una prueba de habilidad y fuerza, pisoteaban los jarrones, les daban patadas y puñetazos o los dejaban caer y saltaban encima hasta que los hacían añicos.
Entonces Shif Tang Lung les decía:
-¿Ven? Cualquiera es capaz de destruir, pero ¿quién de ustedes es capaz de crear uno de esos jarrones que han roto? Si quieren ser mis discípulos, yo les puedo enseñar primero Tai chi chuan para que se construyan una buena vida, y dejaré que otros les enseñen otras cosas…"
DEL TAI-CHI AL TAO.
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