El camino de la práctica no es
llano, sino que está cubierto de piedras afiladas que nos hacen tropezar o que
pueden atravesarnos los zapatos.
El sendero de la vida parece ser
un cúmulo de dificultades, de cosas que nos dan problemas; sin embargo cuando
más practicamos más comprendemos que esas piedras afiladas del camino son en
realidad joyas de inmenso valor porque nos ayudan a preparar las condiciones
adecuadas para nuestra vida.
Las piedras son diferentes para
cada persona.
Alguien podría desesperadamente
necesitar más tiempo a solas; otro tal vez ansíe pasar más tiempo con otras
personas.
Las piedras afiladas podrían ser
tus padres, tus hijos, cualquier persona.
No sentirte bien podría ser tu
piedra afilada, o perder tu empleo, o haber conseguido uno nuevo y preocuparte
por conservarlo.
Piedras afiladas existen en todos
lados, lo que cambia a partir de los años de práctica es que llegas a saber
algo que ignorabas: que no existen las piedras afiladas, sino que el camino
está cubierto de diamantes.
Charlotte Joko Beck
‘La vida tal como es’
No hay comentarios.:
Publicar un comentario