sábado, 13 de junio de 2020

Piedras afiladas


El camino de la práctica no es llano, sino que está cubierto de piedras afiladas que nos hacen tropezar o que pueden atravesarnos los zapatos.
El sendero de la vida parece ser un cúmulo de dificultades, de cosas que nos dan problemas; sin embargo cuando más practicamos más comprendemos que esas piedras afiladas del camino son en realidad joyas de inmenso valor porque nos ayudan a preparar las condiciones adecuadas para nuestra vida.
Las piedras son diferentes para cada persona.
Alguien podría desesperadamente necesitar más tiempo a solas; otro tal vez ansíe pasar más tiempo con otras personas.
Las piedras afiladas podrían ser tus padres, tus hijos, cualquier persona.
No sentirte bien podría ser tu piedra afilada, o perder tu empleo, o haber conseguido uno nuevo y preocuparte por conservarlo.
Piedras afiladas existen en todos lados, lo que cambia a partir de los años de práctica es que llegas a saber algo que ignorabas: que no existen las piedras afiladas, sino que el camino está cubierto de diamantes.

Charlotte Joko Beck
‘La vida tal como es’

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