miércoles, 27 de mayo de 2015

La Fábula De Los Monjes Y Los Ladrones





En cierta ocasión, unos monjes bajaron desde las montañas donde habitaban a un pequeño pueblo para vender grano. 
Ofrecían un precio razonable, y así, cuando vendieron todo el grano, vieron que habían ganado el dinero suficiente como para poder vivir. 
Una semana más tarde, volvieron para vender más grano, pero un joven del pueblo advirtió que habían doblado su precio.

El joven les preguntó el motivo de este cambio y los monjes le contestaron que les habían robado la mitad del grano, y que habían tenido que doblar su precio para poder sobrevivir. 
El joven dijo que conocía algunos chicos que habían robado un puñado de grano, pero no había sido mucho, y se trataba sólo de chiquillos, de modo que ¿qué mal había en ello? 
Pero, como dijeron los monjes, había muchos chicos así. 
No transcurrió mucho tiempo antes de que el precio del grano subiera tanto que mucha gente ya no podía comprarlo, y finalmente los monjes dejaron de bajar a la aldea.

Los ladrones se dirigieron al joven y le preguntaron por qué ya no bajaban los monjes a vender grano, y cuando éste les explicó la razón, se lamentaron:

—No pensábamos que un puñado de grano fuera a hacer tanto daño. ¡Necesitamos nuestro grano!
¡Preferimos pagar por él que morirnos de hambre!

Pero ya era demasiado tarde y los monjes nunca regresaron.

Anónimo


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