sábado, 28 de abril de 2012

LAS RANITAS.


Una tarde, un grupo de ranas viajaba saltando por el bosque y, de repente, 2 de ellas cayeron en un hoyo muy profundo. Todas las demás ranas se reunieron alrededor del hoyo ya al ver que era muy hondo, empezaron a lamentarse y a decir a las 2 pobres ranas que debían darse por muertas ya que era imposible salir de allí.
Ellas no hicieron caso a los comentarios de sus amigas y comenzaron a saltar constantemente con todas sus fuerzas tratando de salir fuera del hoyo.
Las ranas que estaban arriba seguían insistiendo que sus esfuerzos serian inútiles.
Finalmente, una de las ranas se rindió después de oír tantas veces, que no había solución. Se desplomo y murió.
Sin embargo la otra rana continúo saltando tan fuerte como le era posible, sin desanimarse.
Una vez más, el grupo de ranas le gritaba desde arriba y le hacía señas para que dejara de sufrir y que simplemente se dispusiera a morir como la otra rana, ya que no tenía sentido seguir luchando.
Pero aquella rana saltaba cada vez con más ímpetu, hasta que finalmente dio un salto enorme y logro salir del hoyo, ante la sorpresa de todas.
"Sentimos mucho todo lo que te dijimos"
"Realmente te admiramos, lograste salir, a pesar de todo lo que te gritamos"
La rana, cansadísima, pero muy feliz, no entendía por que se disculpaban, les contó que estaba un poco sorda y que en todo momento pensó que le estaban dando ánimo para esforzarse cada vez más y salir del hoyo.

2 comentarios:

oscar dijo...

Como no sabía que era imposible, lo intentó. Y como creía que podría, lo consiguió.

oscar alberto dijo...

Una palabra destructiva a alguien que se encuentra desanimado puede causarle mucho daño.
Tengamos cuidado con lo que decimos, seamos positivos y siempre tengamos palabras de ayuda, aliento y amor para aquellos que se crucen en nuestro camino.
Una palabra de ánimo puede hacer mucho bien y podemos cambiarle la vida a alguien...