En el diccionario una de las definiciones de la
palabra raíz es:
La fuente u origen de una acción o cualidad.
Tal definición concuerda con los clásicos de Tai
chi chuan.
‘Todos los movimientos tienen su raíz en los pies,
se desarrollan en las piernas, los dirige la cintura y se expresa a través de las
manos y los dedos.’
El proceso físico del arraigo o enraizamiento
implica alinear estructura esquelética con la fuerza de gravedad.
La resultante conexión con la tierra permite el libre
tránsito energético de la estructura esquelética hacia la tierra y de ésta
hacia la estructura.
El arraigo es esencial en todos los aspectos de Tai
chi chuan, defensa, neutralización y ataque.
En términos de defensa, la capacidad de redirigir
verticalmente y hacia el suelo cualquier fuerza horizontal, hace casi imposible
derribar a una persona arraigada o enraizada.
El efecto es similar a clavar una estaca en el
suelo.
A mayor presión, más se hunde la estaca en la
tierra.
En una postura arraigada la neutralización o desvío
se logra sin riesgo de perder el equilibrio.
Uno de los objetivos de Tai chi chuan es producir
la máxima fuerza con el mínimo esfuerzo.
Los taoístas llaman a este principio wu wei o
ausencia de esfuerzo.
Por ello en Tai chi chuan se hace énfasis en la
relajación muscular y en transferir el esfuerzo de carga a la estructura
esquelética y a los tendones.
La tensión excesiva consume energía, mientras que
la práctica correcta de Tai chi chuan genera energía e incrementa el chi.
Este excedente de chi y estará disponible para la
sanación o trabajo espiritual.
Tomado de la web
Créditos al autor