El propósito último de las enseñanzas budistas es la eliminación de todo sentimiento de insatisfacción o frustración.
Según el Buda, la causa real de la insatisfacción es el anhelo ansiosos o el aferramiento que a su vez emanan de la ilusión y la ignorancia, producto de una percepción equivocada de la naturaleza de la vida y la existencia de un ‘yo’.
Por esto el abandono de esta situación se llama ‘el despertar’ (Nirvana).
Para guiar el esfuerzo personal necesario y descubrir esta lucidez, el budismo nos sugiere y prescribe prácticas de entrenamiento para desarrollar la atención, la compasión, la consciencia, la empatía, la ética y la sabiduría.
Las malas noticias: Tienes las capacidades de tomar tus propias decisiones haciendo las cosas en beneficio de todos los seres y el tuyo propio.
Adaptación de fuente: http://zenpuertorico.blogspot.com/2008_06_01_archive.html
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