La lluvia del verano ha inundado
el paisaje.
Todos los colores son más
profundos que antes.
Arbustos oscuros y silenciosos
brillan en los campos, el suelo es negro y húmedo.
El árbol se alza al lado de la
sinuosa corriente.
Está en pie con las ramas
extendidas como si descansaran, mientras todo a su alrededor está en
movimiento, como la niebla.
El pequeño río ha crecido con las
lluvias.
Las corrientes del fondo son
fuertes; los remolinos de su superficie se deben a las innumerables gotas de
lluvia.
El árbol da protección a la
corriente.
Se alza solitario como si fuera
una criatura meditando.
Sus oscilantes ramas se balancean
entre la corriente del y la del viento.
La tormenta que ha empapado su
corteza se disipa lentamente y los rayos distantes del sol asoman entre las
nubes.
L a atmósfera está llena de
incontables partículas.
El árbol espera en silencio.
Igual que el halcón de alas
extendidas flota en las alturas sobre el valle, inmóvil el árbol descansa en el
aire.
Sus ramas llenas de hojas se
balancean en la luz como criaturas voladoras que surgen de la corriente.
Lam Kam
Chuen
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