La postura Wu Ji, palabra traducida como “sin forma”,
representa un estado indiferenciado, sin separación, sin extremos, sin finales
y sin existencia de la dualidad Yin-Yang. Es una postura donde cuerpo y mente
se encuentran en un estado neutro, no existiendo
movimiento ni pensamiento. Se basa en la concepción filosófica taoísta del
origen del universo antes de su materialización donde existía un estado de
vacío total, sin movimiento, sin tiempo. Era la forma original, o la ausencia
de forma en el ciclo de creación de todas las cosas. Los taoístas simbolizaron
mediante un círculo vacío el Wu Ji, queriendo representar una figura que
encierra todo sin contener nada y en la que cada punto es igual a los demás y a
la vez, principio y final. De este vacío surgió la fuerza vital o Qi (Chi),
comenzando el primer momento de la creación, generando los polos opuestos pero
complementarios (el Yin y el Yang) y de cuya interacción surgió la esencia del
universo. Los taoístas llamaron a este proceso el Tai Chi o “extremo supremo” y
lo representaron mediante el círculo absoluto compuesto de los semicírculos
flexibles del Yin y el Yang entrelazados.
Wu Ji es la preparación al movimiento, de pie, inmóvil, tratando de vaciar el cuerpo y la mente. La nada se refleja en la postura de no acción “Wu Wei”. Es la postura de la que se parte hacia el primer movimiento en el momento de iniciar la acción. Cuando se empieza la forma, ya se está en el Tai Chi, del que se generan los continuos cambios Yin y Yang,
Wu Ji es la preparación al movimiento, de pie, inmóvil, tratando de vaciar el cuerpo y la mente. La nada se refleja en la postura de no acción “Wu Wei”. Es la postura de la que se parte hacia el primer movimiento en el momento de iniciar la acción. Cuando se empieza la forma, ya se está en el Tai Chi, del que se generan los continuos cambios Yin y Yang,