`Haga lo que haga, Hágalo bien’, solía decir uno
de mis primeros instructores de Tai chi chuan, allá por mis comienzos en la
práctica del arte.
Un concepto simple, pero que encierra una gran
sabiduría.
Mis maestros y profesores siempre enfatizaron la idea de hacer bien el trabajo
que se estuviese realizando.
A la luz de la experiencia uno descubre la cantidad de veces que debió
enfrentar las consecuencias de la tarea hecha más o menos, ‘a media máquina’,
sin un total compromiso.
La mente tiende a nublarse, se dispersa con infinidad de pensamientos.
Se distrae y salta al azar de uno a otro, permanentemente.
Los chinos dicen que la mente es como un pequeño
mono que salta de rama en rama.
Las acciones realizadas, las palabras dichas, los pensamientos, conscientes o
no, tienen un efecto, sea este positivo o negativo.
Las acciones impetuosas pueden tener graves
consecuencias en el futuro; las palabras dichas en forma imprudente, pueden
lastimar o llevar a la violencia; los pensamientos negativos pueden afectar la
salud y el bienestar.
Hoy en día son muchas y tan variadas las cosas que se pueden hacer, aprender y
disfrutar.
Son tantas las opciones, que nos sobrepasan,
siempre hay algo más.
Nuestro tiempo y esfuerzo se ve comprometido y los resultados suelen ser
mediocres.
En las artes marciales en general y en Tai chi chuan en particular se aprende a
focalizar la mente en lo que se está haciendo, a estar con espíritu presente en
el aquí y el ahora.
Esta habilidad de enfocarnos en la tarea nos
permite concentrar y utilizar todos nuestros recursos, físicos, mentales y
emocionales para obtener el mejor resultado posible.
Fortaleciendo la capacidad de enfocar la mente,
consolidando la intención en el propósito, es que se logra volverse más estable
y resistente, evitando ser controlado
por lo que pasa afuera y controlar lo que pasa en nuestro interior.
La práctica de Tai chi chuan fortalece la energía interna y mejora la
intencionalidad de la mente.
Desarrolla el autocontrol y gradualmente lleva a
calmar la mente.
La habilidad de calmar la mente y permanecer centrado ayuda a resolver los
problemas en forma más eficiente.
Tai chi chuan lleva a callar la mente, apagando ese incesante dialogo interno,
dándole un descanso a la mente.
Muchos viven su vida inmersos en la rutina, en un estado casi de trance donde
su capacidad de disfrutar cada momento se va perdiendo al igual que su
percepción de lo que son capaces de ser y de sentir. Subestimando el enorme
potencial de la mente humana.
Cada uno busca a su manera la felicidad. Muchos gastan enormes cantidades de
tiempo y energía buscándola, sin saber quizás, que si se enfocaran en apreciar
el momento y focalizaran la mente en lo que se está haciendo, encontrarían
mayor disfrute y el placer de vivir, en la vida diaria.
Con la actitud correcta la felicidad se encuentra en vivir los pequeños y
grandes momentos, con el espíritu presente.
Tai chi chuan aporta el método que nos puede enseñar el estar presentes aquí y
ahora.