Cuando lo interno
y lo externo están armonizados, el espíritu se concentra.
La armonía externa
ocurre cuando las extremidades, manos y pies trabajan todos juntos.
La armonía interna
se da cuando el corazón, la mente y el chi trabajan juntos.
Una vez que lo
interno y lo externo están unidos, el cuerpo y la mente se hacen uno y la
conciencia alcanza cada parte del cuerpo.
En este punto la
mente dirige al cuerpo y la fuerza muscular ya no se utiliza.
Una vez que se
consigue la armonía la postura será correcta.
La mente ha de
estar serena.
No pensar en el
movimiento que viene, o en el siguiente,
pensar en lo que
se hace en el momento.
Existen tres
elementos esenciales al Tai chi chuan:
Relajación, que se
refiere al cuerpo.
Firmeza, que se
refiere al Chi.
Concentración que
se refiere al espíritu.
Todo consiste en
fluir en un eterno y único movimiento.
Yin y Yang se
ayudan mutuamente y cambian de uno a otro lento pero continuo como los ciclos
de la tierra, así es el Tai chi chuan.
Practícalo con
resolución y encuentra tu equilibrio y paz interior…