sábado, 17 de diciembre de 2011
martes, 13 de diciembre de 2011
*Ego
totalmente fascinado por el reino de los sentidos,
cambia de un deseo a otro,
de un conflicto a otro,
de una idea centrada en si misma a la siguiente.
Si lo amenazas realmente teme por su vida.
Deja partir a ese mono,
deja partir los sentidos,
deja partir los deseos,
deja partir los conflictos,
deja partir las ideas,
deja partir la ficción de la vida y de la muerte.
Permanece siempre en el centro observando,
y después olvídate de que estás en él.
domingo, 11 de diciembre de 2011
El árbol de ciruelas
Cada día, el viejo sabio caminaba tranquilamente.
Sus discípulos eran escasos, porque él no se mostraba hablador.
Hablaban ellos y él se contentaba con una ligera inclinación de cabeza o con una reflexión aquí y allá.
Enseñaba más con sus actos que con sus palabras.
A ellos les correspondía averiguar el significado.
A veces le llamaban el sabio loco por su manera de desconcertar a sus estudiantes.
Un día, uno de ellos le preguntó: -¿Puedo hablar contigo?
A la hora convenida, el estudiante acudió a la cita.
El sabio no estaba. El tiempo pasó y pasó.
Por fin el joven se fue decepcionado.
Al día siguiente, cuando volvió a ver al sabio, exclamó:
-Estaba en el árbol, ¿Por qué no miraste arriba?
Yo te lo dije muy claro: ‘En el ciruelo‘;
Escucha lo que te dicen y aprende a observar a tu alrededor.
viernes, 9 de diciembre de 2011
Almuerzo
lunes, 28 de noviembre de 2011
domingo, 27 de noviembre de 2011
Jornada de Práctica al Aire Libre
El Domingo 27 de Noviembre de 2011, la Escuela Hou Tze Lao Hu,
realizó el último encuentro del año en el Paseo de las Bicicletas.
viernes, 25 de noviembre de 2011
Yang Tai Chi Chuan Tradicional
2011-11-18 al 20
Seminario Internacional de Tai chi chuan Estilo Yang Tradicional con Yang Jun, Quinta Generación del Estilo, Guardian del Legado de la Familia Yang.
martes, 15 de noviembre de 2011
12/11/2011_Seminario Tui Shou
jueves, 10 de noviembre de 2011
viernes, 4 de noviembre de 2011
Aprenderás...
miércoles, 2 de noviembre de 2011
LA NECESIDAD DE VENCER
El joven Ji Chang admiraba la puntería de un famoso arquero de su época llamado Fei Wei, a quien tomó como su maestro para aprender el arte del arco y las flechas.
En el primer día, Fei Wei le dijo:
—Para disparar bien, lo primero que tienes que hacer es saber dominar tus ojos. Ve a practicar en la forma que puedas con el fin de no parpadear al mirar un objeto. Cuando llegues a tener tal domino, ven a verme.
Siguiendo las instrucciones del profesor, Ji Chang volvió a casa y se recostó al lado del telar donde trabajaba su mujer. Trataba de mirar la lanzadera que iba y venía sin parpadear. Desde ese día, siempre acompañaba a su mujer cuando ésta tejía. Tenía los ojos fijamente puestos en los mecanismos móviles del telar para practicar el dominio de los ojos. Así transcurrieron dos años. Llegó a tener tal control de los párpados que aunque se los pincharan con una aguja no parpadeaba.
Creyó que ya había llegado el momento y fue a visitar a Fei Wei y le demostró el resultado de sus dos años de ejercicio continuo.
El profesor manifestó su satisfacción por lo que había conseguido, pero le dijo:
—Esto no es más que el primer paso de tu aprendizaje. Ahora necesitas dar un segundo paso que consiste en mirar fijamente las cosas pequeñas para descubrir todos sus detalles. Cuando lo consigas, ven a buscarme.
Ji Chang se fue a casa y empezó la práctica inmediatamente. Pidió un hilo de seda a su mujer con el que ató una pulga y la colgó en la ventana. Se sentó luego al borde de la cama observando el diminuto insecto varias horas. Así, durante días, semanas y meses enteros no hacía otra cosa que estudiar el diminuto cuerpo del animal colgado contra la luz de la ventana. Al principio sólo veía una manchita negra, que se iba agrandando conforme pasaba el tiempo. Gracias a su empeño, la pulga crecía de tamaño poco a poco hasta alcanzar para su vista las dimensiones de una rueda de carro. Cuando salió de casa al cabo de un año, encontró el mundo desmesuradamente aumentado. Las cosas que parecían diminutas antes, las encontraba grandísimas con todos los detalles claramente percibibles.
Fue a buscar al maestro, quien le manifestó su satisfacción diciendo:
—Ya ha llegado el momento de aprender a disparar.
Sólo en ese momento, le enseñó cómo tensar el arco, apuntar y disparar la flecha.
Ji Chang se fue a casa a practicar. Al cabo de tres años, volvió a buscar al maestro para mostrarle su infalible puntería. Cogió el arco más duro que había en la casa del maestro, lo tensó fácilmente con una flecha colocada, apuntó en medio segundo y disparó contra un diminuto blanco que había a cien pasos de distancia. La flecha atravesó el centro del blanco. Así lo repitió diez veces con el mismo excelente resultado. Los curiosos que estaban presentes en el acto aplaudieron con admiración su puntería. En pocos años, Ji Chang se consagró como el mejor arquero del reino. Como agradecimiento por la enseñanza, Ji Chang le llevó un excelente regalo a su maestro y le dijo con gratitud.
—Maestro, estoy muy agradecido por tu enseñanza. Ahora que he llegado a ser un verdadero arquero, me acordaré de ti siempre con admiración.
El viejo le dijo, sin embargo, algo que Ji Chang no olvidaría nunca en su vida:
—El verdadero arte del arco y flecha es acertar el blanco sin esos elementos. Es conseguir la gloria sin vanidad y manifestar la gratitud sin palabras.
Al escuchar esto, Ji Chang volvió otra vez a casa y se encerró. Nunca volvió a salir públicamente ni volvió a ver a su maestro. Pero los vecinos decían que en su casa se oían día y noche unos ruidos raros, algo parecido a ráfagas de viento, o chorros de aire que salían expulsados por movimientos enérgicos de las manos. Nadie supo si logró dominar el arma secreta de disparar sin flecha porque el famoso arquero no lo enseñó a nadie, ni siquiera a su maestro, por evitar la vanidad.
martes, 1 de noviembre de 2011
viernes, 28 de octubre de 2011
SAN ISIDRO: LLEGA EXPOCULTURA 2011
mega muestra que reúne las producc...
jueves, 27 de octubre de 2011
jueves, 20 de octubre de 2011
sábado, 15 de octubre de 2011
lunes, 10 de octubre de 2011
EL EMPUJE DE MANOS, MODELO DE INTERACCIÓN Entrevista con Lauren Smith
Lauren Smith nació en Nueva York y empezó a practicar la lucha greco-romana en la adolescencia. Como no era de los más fuertes, tuvo que desarrollar la técnica, la mecánica corporal y el timing, la habilidad de actuar en el momento justo.
La sensación que se tiene al hacer empuje de manos contigo es de encontrarse con alguien muy “presente” (pesado, yang) pero que por dentro está “vacío” (escuchando, yin). ¿Qué piensas de la interpretación que se suele hacer de los clásicos de ser “yin” por fuera y “yang” por dentro?
No tiene por qué haber ninguna contradicción en esto. Resulta complicado, porque solemos asociar muchas cosas al yin y al yang. Si no tenemos muy claro a qué nivel y cómo hablamos del yin y el yang es fácil que haya malentendidos. Lo que estás diciendo es que mucha gente siente mi cuerpo físico como muy pesado, presente, sólido, es decir, yang. Esto puede ser así si se compara con otras personas a las que es muy difícil empujar porque se mueven con mucha velocidad o son muy flexibles. Su cuerpo físico se siente como algo muy suave, que cede, es decir, yin. Entonces mi cuerpo sólido tiene una calidad más yang en cuanto a solidez. Al mismo tiempo has descrito mi mente como yin. Mi mente está abierta y escucha. No se aleja y se acerca activamente, sino que está presente y lista para lo que venga.
Esta es una distinción muy importante e interesante que podemos hacer como humanos. No sólo estamos en contacto con el cuerpo del otro. Sentimos las tendencias de yin y yang en cuanto a la intención y la atención mental. No sé quién dijo que el exterior debía ser yin y el interior yang. Si es lo contrario de lo que la gente experimenta cuando me empuja, debe significar ser suave a nivel físico y fuerte, o yang en cierto sentido, a nivel mental. Quizá significa que debe haber una intención fuerte, o puede ser una forma de describir una mente centrada y consciente en un cuerpo flexible y que cede.
Cierto tipo de persona puede ocultar su fuerza yendo un paso por delante del contrario. Puede girar, ablandarse, ceder, bajar y retroceder (todo yin) sin dejar que el otro perciba dónde está realmente. Y de repente se vuelve muy yang, muy sólida. Esta persona no es totalmente yin, sólo esconde su yang esperando el preciso momento en que la postura y la alineación sean correctas para expresarlo. Oculta su centro al contrario. Yo hacía mucho ese tipo de empuje de manos, pero en mi opinión me hacía demasiado yin y no daba a los otros la oportunidad de sentir la mecánica corporal interna. Mucha gente trabaja la suavidad y el ceder pero les falta el equilibrio central. Yo dejo a mi cuerpo ser pesado y yang para que los otros sientan la estabilidad central y su conexión con el enraizamiento en la tierra.
Entrevista
Juanolo Gutiérrez
viernes, 7 de octubre de 2011
2011-10-01_tallervivencialtaichi
jueves, 6 de octubre de 2011
martes, 4 de octubre de 2011
domingo, 2 de octubre de 2011
martes, 27 de septiembre de 2011
4 ACUERDOS TOLTECAS
No des nada por supuesto.
Si tienes duda, aclárala.
Si sospechas, pregunta.
Suponer te hace inventar historias increíbles que
2.- Honra tus palabras.
Lo que sale de tu boca es lo que eres tú.
Si no honras tus palabras, no te estás honrando a ti mismo;
Honrar tus palabras es honrarte a ti mismo,
Eres auténtico y te hace respetable ante los demás y ante ti mismo.
3. Haz siempre lo mejor que puedas.
Si siempre haces lo mejor que puedas, nunca podrás recriminarte nada
4.- No te tomes NADA personalmente.
Ni la peor ofensa.
Ni el peor desaire.
Ni la más grave herida, debes tomarlo personalmente.
Quien te ofende tiene un veneno que descarga contra ti,
En la medida que alguien te quiere lastimar,