martes, 24 de octubre de 2017

Charlatanes


Se sienta en un trono con engreída confianza.
La piel es de oro brillante, los ojos canicas de reptil.
Los labios untados de miel, la lengua rojo viril.
Exhorta a sus seguidores a purgar inhibiciones.
‘Cualquier cosa que sientas es Tao, y debería ser consentido.’
Ellos gritan, sollozan, danzan locamente.
‘¡Sí!  ¡Sí!’ exclama él.
‘¡Cualquier cosa que hagan es Tao!’
Hay demasiados charlatanes en espiritualidad estos días.
Si encuentras a tales maestros auto proclamados, debes ser cauteloso.
Si el camino que te presentan parece fácil, es probablemente falso.
¿Por qué habría de ser la espiritualidad diferente de cualquier otro emprendimiento?
¿Puedes convertirte fácilmente en bailarín de ballet?
¿Aprendiste fácilmente tu trabajo?
¿Fue simple graduarte del colegio?
Todo toma esfuerzo.
No tiene lógica que la espiritualidad sea establecida simplemente por sentarse ante la presencia de un maestro.
Sin embargo la gente continúa cayendo víctima de esta lógica.
En los encuentros masivos, se aprovechan ingeniosamente, una suave histeria y la mentalidad de rebaño.
Un maestro te dirá que cualquier cosa que hagas es sagrada.
Diga lo que diga, sin embargo, el maestro no puede afirmar que te da el Tao.
El Tao es sólo ganado por el yo.
Los maestros son difíciles de encontrar, y seguir el sendero requiere disciplina solitaria.
Se necesita trabajo diario, así que ¿cómo podrías obtenerlo en una congregación masiva?
La indulgencia no es Tao.
El verdadero Tao no puede ser logrado sin comprensión y fuerza.

Tomado de la Web

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