martes, 8 de agosto de 2017

Todas las cosas están sujetas a cambio







Todas las cosas están sujetas a cambio, son impermanentes, como afirman los budistas.
También el éxito, las victorias y las ganancias.
Por eso, conviene caer y fracasar de vez en cuando, desarrollar el músculo de la frustración alguna vez, es importante saber resbalar dignamente hacia la impotencia y la humildad, y sentir los límites y la tristeza, el aroma húmedo de lo humano.
Los inevitables obstáculos del camino nos hacen fuertes y más reales; de vez en cuando necesitamos lágrimas para mantener lubricadas las bisagras de nuestra fragilidad y apertura emocional y de nuestra cercanía con los demás.



Joan Garriga


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