jueves, 15 de diciembre de 2016

Está lleno


Cierto día, un estudiante que llevaba mucho tiempo estudiando el Tao en un templo de la montaña Laoshan, le dijo a su Maestro, que ya sabía mucho y que deseaba bajar de la montaña.
El Maestro le preguntó:
-¿Ya sabes lo suficiente?
El alumno le respondió que sí.
Seguidamente el Maestro preguntó de nuevo:
-¿Qué es suficiente?
Y el alumno respondió:
-Suficiente es que ya no cabe más.
Fue entonces cuando el Maestro le dio un cuenco y le dijo que lo llenara de piedras.
El alumno así lo hizo. Y el Maestro le preguntó de nuevo:
-¿Está lleno?
El alumno respondió afirmando que sí, que ya estaba lleno.
El Maestro entonces echó arena entre las piedras del cuenco y volvió a preguntar:
-¿Está lleno ahora?
Sí, está lleno. –volvió a responder el alumno.
El Maestro cogió del suelo un poco de polvo y lo echó sobre el cuenco sin que nada cayese fuera, y preguntó:
-Está lleno ahora?
Y una vez más el alumno respondió:
Si, está lleno.
El Maestro cogió un vaso de agua y lo echó en el cuenco sin que ésta se derramara, y volvió a preguntar:
-¿Está lleno ahora?
El alumno observó a su Maestro y no supo que contestar.



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