domingo, 12 de julio de 2015

Hua hu ching “Convirtiendo a los bárbaros”







No creas que alcanzarás la Verdad acumulando conocimientos.
El conocimiento engendra la duda, y la duda te hace tener hambre de más conocimientos.
Trata de vivir de una manera holística.
No exageres la importancia del intelecto.
Al contrario: integra mente, cuerpo y espíritu en todas las cosas.
Si lo haces, llegarás a ser Maestro del Conocimiento, en lugar de ser víctima de los conceptos.
Si la mente, el cuerpo y el espíritu no están igualmente desarrollados y plenamente integrados, no se alcanzará ninguna cima espiritual.
Por eso, las religiones y las ideologías extremistas no dan fruto.
La Conciencia total y la completa Iluminación, no se alcanzan sin una disciplina y una práctica apropiadas.
Si quieres superarte, no realices prácticas y disciplinas parciales.
Del mismo modo que no se conoce al cuerpo estudiando al dedo, no se entenderá al Universo estudiando una sola Ciencia.
El ansia de Iluminación y de Inmortalidad, no es diferente al ansia de riquezas materiales.
No creas que, porque meditas silenciosamente, estás clarificando tu mente.
La claridad de la mente no se alcanza con sólo huir del mundo.
Cuando honres a tus padres, ames a tus hijos, ayudes a tus hermanos, seas leal con tus amigos, cuides a tu pareja con devoción, trabajes con alegría y asumas tus responsabilidades; cuando practiques la Virtud sin exigirla primero a los demás; cuando, aunque comprendas las Verdades Supremas, mantengas una forma ordinaria de proceder, entonces —y sólo entonces— habrá claridad en tu mente y sabrás que tu forma de meditar es la correcta.
Pensar en el Sendero y hablar de él no es lo mismo que trillarlo.
¿Acaso alguien se convierte en buen jinete porque habla de caballos?
Tu naturaleza y la Naturaleza entera del Universo, son la misma cosa: indescriptibles, pero eternamente presentes.
El Ego te hace creer que el mundo es vasto y las partículas minúsculas; pero la verdad sutil es que el mundo y la partícula son lo mismo: ni el uno es vasto ni la otra minúscula.
Es parte de la ley cósmica que lo que digas y lo que hagas determinarán lo que suceda en tu vida.
Si defiendes una idea, otro luchará contra ella.
Al poco tiempo, los dos entrarán en conflicto con un tercero y, muy pronto, toda tu vida será parloteo y contradicción.
Cuando te des cuenta de que lo que haces a otro te lo haces a ti mismo, habrás entendido la Gran Verdad.
Escoge alimentos, vestido y techo, de acuerdo con la Naturaleza.
Haz que tu trabajo y tu ocio sean la misma cosa.
Realiza ejercicios que desarrollen todo tu Ser, no sólo tu cuerpo.
Trata de que la música que escuches conecte las tres esferas de tu Ser.
Si tu disponibilidad de dar felicidad es limitada, tu disponibilidad para recibirla también lo será.
Sólo cuando se sabe que el amanecer llegará, se puede descansar tranquilamente por la noche.
Por hermosos que hayan sido los momentos del pasado, no pueden conservarse; por gozosos que sean los momentos del presente, no pueden guardarse; por deseables que sean los momentos del futuro, no pueden atraparse.
La mente, en su empeño por detener el río en un lugar, deja pasar por alto la simple Verdad del momento.
¡Ama la vida!
No tienes que esconderte en retiros espirituales.
Puedes ser un bondadoso eremita contemplativo justo aquí, en medio del ajetreo del cotidiano vivir!

Lao Tsé

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